El Consistorio sancionará a Capio por las obras ilegales de Pontones

Como si nada. Los obreros siguen trajinando sacos y martilleando sobre las cabezas de trabajadores y usuarios del ambulatorio de Pontones. Sin licencia, como publicó este periódico, fotos incluidas, el 30 de mayo. Y siguen con las obras, a pesar de que el Ayuntamiento ya ha ido dos veces a inspeccionarlas. Primero la Gerencia de Urbanismo, que derivó el asunto a la Junta de Distrito de Arganzuela al entender que los elementos protegidos del edificio -la escalera y la fachada- no estaban amenazados por las obras.

Después, el 4 de junio, una técnico de disciplina urbanística de la Junta se acercó al edificio. Pidió a los obreros la licencia de obras. No la tenían, pero dijeron que la habían solicitado. Era cierto. Lo hicieron justo el día anterior, el 3. Y eso que las obras empezaron, según relatan los trabajadores del centro, un mes antes. Como está comprobado que iniciaron las obras sin licencia, el Ayuntamiento iniciará un procedimiento sancionador. Pero, a pesar de las irregularidades, las obras siguen. La empresa privada Capio, que gestiona la Fundación Jiménez Díaz, está reformando la tercera planta del centro para que sus médicos puedan pasar consulta allí. La cuarta planta ya está ocupada por médicos de Capio.

El Ayuntamiento ha pedido por carta a la empresa que presente documentación sobre las obras. Una portavoz de la Junta de Arganzuela aseguró que, a pesar del expediente sancionador, la licencia se va a conceder. La técnico detalló en su informe que las obras, "de acondicionamiento puntual", incluyen revestimientos, pintura, fontanería y, como comprobó este periódico, eliminación de tabiques para hacer más grandes algunas estancias.