Sinéad O'Connor aburre con sus veleidades bíblicas

Sinéad O'Connor es un personaje imprevisible. La cantante irlandesa siempre ha jugado esa carta y, en algunos momentos, con magníficos resultados. Su última vuelta de tuerca es un disco titulado Theology centrado en textos de contenido religioso. Con ese bagaje se presentó el pasado miércoles en el Palau de la Música barcelonés dentro del Festival Únicas. Y su público abarrotó el recinto y lo llenó de entusiasmo. Un entusiasmo que se desbordó, eso sí, cuando O'Connor retomó alguno de sus grandes éxitos pero que se mantuvo bastante contenido mientras repasaba sus últimas veleidades bíblicas.

Comenzó el recital con textos de Jeremías, Job, Salomón e Isaías e inmediatamente dio paso a textos propios y a su emblemática versión de Nothing compares 2 you y ese atrevimiento de mezclar en un mismo escenario y sin solución de continuidad a Isaías con Prince fue, sin duda, lo más atractivo de la velada. Por lo demás, pocas cosas sucedieron en un concierto que, por querer ser íntimo, indujo más al aburrimiento que a la cercanía. Las nuevas canciones de O'Connor son excesivamente planas para presentarlas totalmente despojadas de acompañamiento, como hizo en el Palau. Rascando mínimamente su guitarra, la cantante se acompañó de otro guitarrista y un tercer músico que se repartía entre teclados, acordeón y guitarra. Todo muy contenido, excesivamente sutil y pensado, sin duda, para acompañar unos textos cuyo contenido se perdía en la monotonía.

Todo cambió cuando llegó a su repertorio anterior, el que su público esperaba, pero aun así las carencias instrumentales se notaban en exceso. El guitarreo de O'Connor es claramente insuficiente y su presencia escénica, algo retraída, no basta para llenar un escenario tan grande. Una tras otra, las canciones fueron quedando cojas, faltas de gancho e induciendo al sopor.