"No queda carne ni pescado"

La mañana del tercer día de huelga las estanterías de productos frescos de los principales supermercados valencianos presentaban un aspecto fantasmal. La estrangulación del abastecimiento, unida a la psicosis de los consumidores, que llevaban acaparando desproporcionadamente alimentos desde el fin de semana, dio como resultado lo que Carmen Lliso describía ayer en un céntrico establecimiento de la cadena Consum: "No hay de nada. No he podido llevarme nada de carne. Ni pollo, ni conejo, ni hamburguesas... Y pescado no he querido coger porque lo poco que hay, con las barcas sin salir, ya ves cómo está".

Los puestos del mercado se proveen directamente de la huerta

El Gobierno garantiza rutas para los bienes esenciales

Imágenes similares ofrecían Caprabo y Mercadona: faltaban frutas, verduras, huevos, yogur, muchas marcas de leche, café, pan tostado, conservas... De la gran base logística de Mercadona, en el polígono de L'Oliveral (Riba-roja), uno de los puntos calientes de piqueteros, los camiones solo salían custodiados por la Guardia Civil. Fuentes de la Asociación Española de Distribuidores, Autoservicios y Supermercados aseguraron que, si esos puntos neurálgicos eran desbloqueados, los productos frescos podían reponerse "en horas". De lo contrario, avisaron, tendrán que plantearse bajar las persianas. La delegación del Gobierno aseguró que mantendrá rutas abiertas para el transporte de productos básicos.

Menos grave era la situación en los mercados municipales. "He venido aquí porque ayer en el supermercado no encontraba nada", comentaba Amparo Llobregat en el Central de Valencia. La razón: los piquetes no han bloqueado Mercavalencia (el lugar del que se abastecen los puestos), y aunque desde el lunes tampoco allí llegan apenas productos, las grandes cámaras tienen reservas. Los comerciantes han optado, además, por ir a buscar los productos a la huerta o a los almacenes.

Los mostradores vacíos se limitaban a las pollerías, los puestos de pescado fresco (en el Central de Alicante solo abrieron seis de 84, y su presidente, Domingo Martínez, reclamó "cordura" a los acaparadores para evitar que se agrave la situación, informa Rosa Biot) y aquellos que dependen de producciones lejanas. Era el caso, en el Central de Valencia, de El Chato, especializado en frutas tropicales, que solo tenía cocos.

Algunas estaciones de servicio de la capital (la del cruce de las avenidas de Peris y Valero y de Antic Regne, por ejemplo), no disponían de ningún combustible. La Asociación Provincial de Empresarios de Estaciones de Servicio hizo un muy dramático anuncio, por boca de su directivo Vicente Nácher, en el que alertaba de una falta de gasolina generalizada en Valencia y menor en Alicante y Castellón. La realidad era que los surtidores de muchas estaciones de Valencia estaban llenos, aunque el suministro continuaba siendo irregular debido a la presión de los piquetes en torno a los centros de distribución del puerto (cerrado a cal y canto) y de Albuixech (de donde solo pudieron salir convoyes escoltados por las fuerzas de seguridad).