La globalización empuja a los portugueses a acercar su ortografía a la variante brasileña
Deben incorporar tres letras y suprimir las consonantes mudas -Los contrarios, lo ven como un sometimiento al "imperialismo" de la ex colonia - Un argumento a favor es evitar búsquedas duplicadas en Internet
Los portugueses tendrán que escribir más a la brasileña. Tienen seis años para acomodar el idioma que emplean en la península a un acuerdo ortográfico que busca unificar las dos variantes escritas del idioma, la brasileña y la portuguesa. La aprobación en el Parlamento de Lisboa, con sólo tres votos en contra y varias ausencias, ha despertado una polémica vivísima.
Sus enemigos hacen dos reproches principales a este pacto lingüístico: sus "deficiencias" técnicas y un vergonzante sometimiento a la lengua de la ex colonia. Sus defensores argumentan que esta unificación permitirá enseñar el mismo idioma en cualquier país lusohablante, que en los organismos internacionales no haya una doble traducción de los documentos en portugués y que favorecerá la expansión del idioma en un contexto globalizado.
La reforma, una modificación de un acuerdo de 1990, supone para los portugueses, entre otras cosas, renunciar a las consonantes mudas, para acercar la escritura a la pronunciación, incorporar tres consonantes al alfabeto (k, w, y) y nuevas reglas para la acentuación y los guiones. Se calcula que los portugueses tendrán que modificar un 1,42% de sus palabras escritas mientras que a los brasileños les afecta en un 0,43% del vocabulario.
Manifiestos
Bernhard Warner, del Times, sostiene que el acuerdo no sólo refleja la potencia económica y demográfica de Brasil (190 millones de habitantes frente a 10,5 de la ex metrópoli). Para ser influyente en Internet, prosigue, hay que comunicar en un lenguaje accesible, estandarizado y los buscadores han demostrado la importancia del deletreo. De ahí la necesidad de que una misma palabra se escriba de igual modo en cualquier variante de un idioma para mejorar las búsquedas.
En Portugal, Internet no ha centrado el debate sobre las razones de la reforma lingüística, pero sí se ha utilizado como herramienta de la polémica. En ipetitions está abierto un manifiesto que ha reclutado más de 46.000 firmas dirigido a las máximas autoridades portuguesas contra el acuerdo y en él se argumenta desde la pérdida de identidad multisecular a la defensa de las consonantes mudas, que se leen aunque no se pronuncien, a las que atribuyen un valor etimológico indispensable para la comprensión de las palabras. Otro manifiesto digital menos concurrido -suma algo más de 11.000 firmas, afirma que los ciudadanos quieren seguir escribiendo el portugués actual.
En el otro frente, la revista brasileña Veja publicó un monográfico sobre el tema el año pasado en el que se recogían distintas opiniones. Una de ellas argumenta contra los puristas. Es empobrecedor, dice, querer ignorar la revolución cultural de Intenet y el impacto que tienen las nuevas tecnologías en el contagio entre lenguas. "Uno de los mayores factores de enriquecimiento de los idiomas es la incorporación de vocablos de otras lenguas". Y recuerda que el idioma portugués creció cuando sus navegantes exploraron nuevos mundos. El portugués medieval tenía unos 15.000 vocablos. A mediados del XVI, con la expansión marítima, llegaría a 40.000.
Otro encuestado sostiene que no hay razón para que un idioma mantenga tantas divergencias ortográficas, reducirlas "permite la expansión y globalización de nuestra lengua en Internet y no obliga a duplicaciones". En el fragor del debate, una lingüista, Irma González, afirma que es preciso reconocer que no hay intención de conducir a la subyugación del portugués europeo a expensas del "neoimperialismo brasileño".
El peligro de los SMS
Adriano Jordão, director del Instituto Camoes de Brasil, defiende el acuerdo porque si "guardamos el portugués en un armario", corre el peligro de terminar como el esperanto o una lengua muerta. "El portugués debe estar en nuestros computadores, tenemos que luchar contra la globalización colonizadora de las grandes potencias".
Una derivada de la polémica es la preocupación porque las tecnologías digitales, por ejemplo la mensajería, consoliden una escritura con un heterodoxo ahorro de letras. Ahí es inevitable la cita al sociolingüista David Crystal, quien sostiene que no debe preocupar el fenómeno si las personas reciben una educación suficiente que les permita dominar el idioma. Las lenguas son como un cajón de zapatos, dice. No se escoge el mismo modelo para una fiesta de gala que para una carrera. Para redactar un mensaje corto no hay que utilizar el mismo lenguaje que en la academia. Eso no es problema mientras se dominen los distintos estándares de una lengua.
MANIFIESTOS: www.petitiononline.com/naoacord/petition.html www.ipetitions.com/petition/manifestolinguaportuguesa/ VEJA: veja.abril.com.br/120907/p_088.shtml ORTOGRAFÍA DE TODOS: www.editonweb.com/Noticias/Noticias.
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