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Análisis:
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Liquidez y estabilidad

Se cumplen 10 meses desde que la crisis generada por las hipotecas subprime en EE UU se extendiera al resto de economías. La génesis de su propagación se encuentra en el cierre de los mercados de capitales, que ha impedido que las entidades pudieran seguir financiándose en los mercados mayoristas en condiciones tan favorables como lo venían haciendo. No ha sido hasta hace apenas unas semanas cuando algunas entidades españolas han podido volver a los mercados a buscar financiación a largo plazo, si bien las condiciones ya no son las que eran. Esta situación ha generado cierta incertidumbre, especialmente en un sistema bancario como el español, en el que la utilización de estos instrumentos ha sido muy intensa durante los últimos años. Pero éste no es un factor aislado del sistema español, sino un denominador común con el resto de países. De hecho, la situación tanto de los bancos como de las cajas, frente al resto de competidores europeos, es más favorable. El porcentaje que representan los depósitos de clientes en el balance del sistema bancario español es del 48% frente al 30% de media en la eurozona, y el ratio entre depósitos minoristas frente a inversión crediticia es del 77% frente al 52% de la eurozona. En consecuencia, la dependencia del sistema financiero español de las emisiones en mercados es considerablemente menor: la banca europea tiene que financiar la mitad de su inversión crediticia en mercados mayoristas, mientras que el sistema bancario español lo hace en un 23%.

Los depósitos bancarios seguirán mostrando en el futuro rentabilidades muy atractivas

Por lo tanto, la actual crisis financiera, lejos de pensar que pudiera llegar a tener un efecto desestabilizador en la sostenibilidad del sector -y por ende en los depositantes-, su principal impacto procederá del efecto multiplicador sobre el crecimiento económico. Ante la dificultad y encarecimiento de la financiación bancaria, las entidades optan por restringir el volumen de concesión y por trasladar parte del encarecimiento del pasivo a los precios de activo que, en definitiva, genera una disminución de la demanda, y con ello una ralentización del crecimiento económico.

En este contexto, los depósitos bancarios seguirán mostrando rentabilidades muy atractivas, siendo una de las mejores alternativas de inversión, sobre todo si continúa el repunte del Euríbor, que esta semana ha marcado un máximo histórico. -

Alfonso García Mora y David Cano son profesores de la Escuela de Finanzas Aplicadas (Afi).

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