Antes que el jazz llega el 'blues'

Antes que el jazz está el blues. Si julio es en Euskadi el "mes del jazz", aunque este año se enfrenta a la competencia del Bilbao BBK Live y luminarias como Bruce Springsteen y Tom Waits, no hay que pasar por alto la cita previa en Getxo con otro género de raíz negra: el blues. El Getxo & Blues, que arrancó ayer, pondrá hoy su escenario a disposición de su cabeza de cartel, Robert Cray, un bluesman que no ha dudado en apartarse de patrones clásicos de ese género y del soul para dotar a su propuesta de un halo contemporáneo y cierta sofisticación cercana al pop. Quizá por ello ha ganado ya tres grammys. Live from across the pond es su 17º disco desde 1978. Cerrará la muestra su compatriota Shemekia Copeland, cantante neoyorquina que sustituye a Corey Harris.

Jonny Kaplan presenta su tercer disco al frente de sus Lazy Stars

Mayumana une estética urbana, danza y exhibiciones de percusión

También es estadounidense Jonny Kaplan, un rockero que conoce los fundamentos del sonido stoniano, de la fórmula de Dylan, de otras formas de folclor de su país, del rock sureño e incluso del blues. Con esos mimbres y el sustrato melódico que tan bien utilizó en su día Gram Parsons ha construido Seasons, su tercer disco al frente de los Lazy Stars, cuarteto que incluye en su base rítmica a Jokin Salaberri, bajista getxotarra afincado en Estados Unidos.

The Hi-Risers son capaces de lograr que los más reticentes meneen su esqueleto al ritmo de pop, surf, boogie, beat, rockabilly, rock and roll y country. Así de amplia es la paleta del trío norteamericano, cuyos dos guitarras han sido parte en el pasado de las bandas de acompañamiento de figuras como Bo Diddley y Hank Ballard, considerado el creador del twist. Once we get started es su séptimo álbum.

Fran Fernández es conocido por su condición de líder de Australian Blonde, grupo puntero de la explosión indie de los ochenta que cosechó éxito con temas pegadizos como Chup chup y fue de los primeros artistas independientes en atreverse a fichar por una multinacional. El empeño actual del cantante asturiano es promocionar Nixon, proyecto cuya última entrega es el disco Es perfecta. En su repertorio pop afloran influencias de bandas como Beach Boys y Divine Comedy y solistas como Ray Davies y Nick Drake.

La revista de montaña Euskal Herria organiza la cuarta edición de Mundumira, una Fiesta de las Culturas del Mundo en cuyo cartel tienen cabida proyecciones cinematográficas, exposiciones, ceremonias a cargo de monjes tibetanos, pasacalles, espectáculos de calle, ferias (agrícola, ganadera y de montaña), charlas y salidas al monte. Con todo, su principal reclamo es una programación orientada estilísticamente hacia las llamadas músicas del mundo, o world music. En sus dos últimas jornadas aún se podrá disfrutar en la plaza San Martín con el soul de Tasha's World, el mestizaje del grupo barcelonés 08001 y los ritmos característicos de Armenia, Irán, Argelia y Grecia que difunden Barbad y Asíkides. Otros espacios acogerán el espectáculo de percusión de Alkora y las danzas africanas de Dugukolo.

La unión de estética urbana, vistosas coreografías y exhibiciones de percusión con objetos cotidianos, en la línea de los ejecutados con anterioridad por Stomp, han procurado éxito internacional a Mayumana. Los miembros de la compañía israelí se sirven de elementos como grandes cubos de basura, escobones, mesas y sus propios cuerpos para realizar una serie de números que en el Bizkaia Arena, preparado esta vez para sólo 5.000 espectadores, se podrán seguir al detalle en dos grandes pantallas ubicadas en los laterales del escenario.

Angelin Preljocaj es responsable de dirección, coreografía, vestuario e iluminación en Les 4 saisons, creación para 12 bailarines de su propia compañía inspirada en Las cuatro estaciones de Vivaldi. ¿Esta música tan conocida puede aún desvelar secretos, presentar sorpresas e iluminar sombras de duda? Eso mismo se preguntó Preljocaj cuando se dispuso a preparar esta producción en la que toma parte Le Venice Baroque Orchestra, y está convencido de que la respuesta es positiva. La clave sería "regresar a la escritura del movimiento, no aflojar en este aspecto y reorganizar una danza vital, esencialmente fundamentada en cuatro ejes de trabajo: explosión, exaltación, suspensión y vibración. A partir de este punto, desperdigarse incluso, extraviándose hasta no reconocer los cuatro parámetros", ha manifestado el coreógrafo francés.

Distintas formas de danza española conviven en las tres coreografías que la compañía de Antonio Márquez escenificará en San Sebastián. Fiesta flamenca es precisamente un muestrario flamenco en el que tienen cabida soleás, alegrías, tangos, tientos y otros palos. La vida breve combina clásico español y música de Manuel de Falla. Y el programa se cerrará con Bolero, una pieza "más vanguardista" en la que el artista sevillano reconoce asimilar influencias de colegas como Víctor Ullate. Su puesta en escena precisará la participación de un total de 14 bailarines y cinco músicos.

Los espectáculos ecuestres se hallan de moda. A rebufo de Apassionata y Cavalia, que permanecerá en Bilbao hasta el 15 de junio, llega a Euskadi Cómo bailan los caballos andaluces, una producción de la Fundación Real Escuela Andaluza del Arte Ecustre en la que los 26 caballos que saltan a la pista disputan el protagonismo a sus jinetes. Juntos ejecutan ejercicios de Alta Escuela (pasajes, paso español, piaffer, levadas, apoyos) y otros de equitación antigua. Sin embargo, además de las muestras de doma clásica, resultarán especialmente atractivas las de doma vaquera, que convierten en espectáculo el trabajo de los jinetes al revisar, conducir o apartar el ganado.