El 78% de los ayuntamientos se unen al consorcio social de Vicepresidencia

Vicepresidencia sigue sumando ayuntamientos a su consorcio Galego de Servizos da Igualdade e Benestar. Ayer y de una sola tacada, 15 alcaldes de distintos colores políticos firmaron su ingreso en el organismo auspiciado por la Xunta, del que ya forman parte 247 municipios, el 78% del total de Galicia. Pese a las denuncias de "prácticas mafiosas" que formuló la dirección del PP para que los alcaldes gallegos se sumen al consorcio, ocho de los últimos en adherirse son del partido que lidera Alberto Núñez Feijóo. Otros cuatros son nacionalistas y los tres restantes, del PSdeG.

"No tenemos ningún problema con los ayuntamientos, sino con la dirección de algún partido político, que no acaba de entender esto", declaró el vicepresidente Anxo Quintana, tras firmar los convenios por los que los 15 ayuntamientos transmiten al consorcio otros tantos centros de día municipales. Con ellos, la red autonómica ascenderá en octubre, cuando los nuevos se pongan en funcionamiento, a 30 centros de atención a la dependencia, con casi 1.000 plazas en total. En los ahora incorporados trabajarán 155 profesionales, de los que 80 serán de nueva contratación. El resto son trabajadores de los ayuntamientos que se integran en el consorcio y otros profesionales que ya trabajaban para este ente.

Quintana avanzó algunos de los objetivos para los próximos meses de la Vicepresidencia da Igualdade e o Benestar. A mediados del año próximo, prometió, otros 25 centros de día se sumarán al consorcio, lo que elevará a 55 el número total. Y el de profesionales que trabajarán en ellos superará el millar, agregó. "Será un avance importante en muy poco tiempo", enfatizó Quintana. Los alcaldes que se sumaron ayer al consorcio son los siguientes: Cabana de Bergantiños, Dodro, Melide, Vilasantar, Abadín, O Corgo, Pantón, Chantada, A Pontenova, Riotorto, Oímbra, Pereiro de Aguiar, Toén, Vilar de Santos y Ponteareas.

El vicepresidente de la Xunta hizo hincapié en el distinto color político de los ayuntamientos que se sumaron ayer para subrayar el predominio de la "colaboración institucional". "Esto no es obra de un gobierno o de un departamento autonómico, sino de la colaboración entre la Xunta y los ayuntamientos", declaró Quintana, quien consideró esa circunstancia "un síntoma de la solidez del país". "Aquí hay fuerzas de todo el abanico político de Galicia", afirmó.

También se refirió el líder nacionalista al "importante papel" que en el servicio gallego juegan los centros de día, que permiten combinar la asistencia con la permanencia de los dependientes en su domicilio, "para que pasen con sus familias el mayor tiempo posible". "En el Sistema Galego de Benestar no tenemos el objetivo de recluir a los dependientes, sino de que puedan tener una vida digna en su entorno familiar", declaró.

De los 15 nuevos centros de día del consorcio, dos son viviendas comunitarias para personas con cierto grado de autonomía, y los otros 13, centros para personas mayores con dependencia o en riesgo grave de padecerla. Cuatro de ellos disponen también de viviendas comunitarias en sus instalaciones. Anxo Quintana destacó que la proliferación de centros de día permite, entre otras ventajas, evitar que el rural gallego pierda población, ya que contribuyen a que los dependientes y sus familiares puedan permanecer en sus ayuntamientos.

Preguntado por los periodistas tras la firma de los convenios, Quintana salió al paso de las acusaciones del PP sobre la existencia de plazas sin cubrir en centros de día privados, pese a la existencia de lista de espera en los públicos. El vicepresidente replicó que el objetivo de la Xunta es "crear una red pública sólida y de calidad" y matizó que se "mantiene y mejora la relación con la red privada". Ironizó con "la gran obra" del PP en el Ejecutivo autonómico, que promovió "cero plazas públicas en centros de día". El cheque asistencial, en 2005, beneficiaba a 3.054 personas con un presupuesto de 13,5 millones de euros, frente a las 4.254 que cubre ahora con un presupuesto de 13,5 millones. "Sobre esto, Núñez Feijóo debería estar callado, y no crear incertidumbre y miedo con intención partidista", le aconsejó Quintana, para acusarlo a continuación de "presionar a la Xunta para que en vez de en la red pública, gaste el dinero público en los centros privados".