"Cuando el agua llega, llega y no se puede hacer nada"

El Gobierno intentó aclarar ayer su actuación ante las inundaciones del pasado fin de semana, que afectaron a miles de personas, especialmente en Vizcaya, sin conseguir despejar algunas dudas. El Ejecutivo asegura que sus servicios enviaron un aviso a las 19.00 del sábado ante la llegada de fuertes lluvias y que entonces activó el protocolo de emergencias. El diputado general de Vizcaya, José Luis Bilbao, sostiene que ese aviso se limitó a un parte meteorológico. "Otra cosa es una alerta", dijo ayer, antes de coincidir con los afectados en que la advertencia del riesgo de inundaciones tenía que haberse producido antes. "No es momento de andar a pedradas", afirmó intentando evitar la polémica.

La Diputación de Vizcaya sostiene que sólo recibió un parte meteorológico

Azkarate insiste en que el sábado se activó el protocolo de emergencias

La institución foral movilizó a 250 personas durante el pasado domingo

¿Qué pasó para que si a las sierte de la tarde del sábado Euskalmet, la agencia meteorológica vasca, avisase que llegaban precipitaciones intensas, ninguno de los ayuntamientos afectados tomara medidas hasta que se encontró con la riada anegando calles, garajes y lonjas? La explicación más extendida entre los responsables que intervinieron es que no se esperaba tal concentración de precipitaciones (se superaron los 110 litros por metro cuadrado en 24 horas). "La borrasca normalmente se mueve, pero en la madrugada del domingo se quedó quieta, porque otra situada en Las Landas la taponó", señalaron las fuentes consultadas.

De ahí que Euskalmet hablara de precipitaciones intensas de más de 60 litros por metro cuadrado y que pasase la información de un fenómeno meteorológico adverso. Éste fue el aviso que envió SOS Deiak a los ayuntamientos, diputaciones y otros organismos y entidades como Iberdrola, Metro Bilbao, FEVE o Adif, el gestor de infraestructuras ferroviarias dependiente del Ministerio de Fomento. "Sólo había un parte meteorológico", explicó Bilbao, quien confirmó que esta comunicación llegó a los Bomberos, pero que no se activó ninguna movilización de emergencia porque "no era una alerta".

La portavoz del Gobierno, Miren Azkarate, sostuvo en su comparecencia tras la reunión semanal del Gabienete que vista la información de Euskalmet, a las 19.00 del sábado, "es cuando se activa todo el protocolo [de emergencias]". Lo que no coincide con lo que afirman la Diputación de Vizcaya y los ayuntamientos afectados, que empezaron a actuar por su cuenta cuando recibieron las primeras noticias de inundaciones.

Azkarate, quien en momentos de su intervención dio muestras de nerviosismo y confusión, negó que la mesa de crisis del Gobierno -que se reunió a las 9.30 del domingo, 14 horas y media después del primer aviso, según ha asegurado a este periódico Euskalmet- tardase en convocarse. "Si estamos hablando del primer aviso que pasa Euskalmet estoy diciendo que se hace un seguimiento y cuando ve que [las lluvias] siguen en aumento, al de cuatro horas o cinco, la mesa de crisis ya se reúne. Por tanto, lo de las 14 horas no sé de dónde ha salido", dijo.

La portavoz insistió en que los avisos y protocolos se han cumplido "como se había previsto que se tenían que cumplir". Ante la insistencia de los periodistas por las horas transcurridas desde el aviso del sábado, replicó, alzando la voz en algún momento, que a esa hora "se ve que ese posible riesgo se está convirtiendo en algo real". "Podemos generar todavía más cabreo", llegó a afirmar Azkarate, quien finalmente aseguró: "Cuando el agua llega, llega y ante eso no se puede hacer nada".

El diputado general de Vizcaya, quien presentó las medidas de apoyo a los damnificados, fue categórico: "La verdad es que en este caso no teníamos ninguna alerta", y puso como ejemplo que los servicios de bomberos, que recibieron el aviso de SOS Deiak, no activaron ningún mecanismo de emergencia. "Cuando se producen las inundaciones, empiezan a actuar los bomberos", abundó.

Preguntado sobre si este caso debe obligar a revisar el protocolo de emergencias, Bilbao se mostró pragmático: "Cambiarlo no depende de nosotros. Habrá que hacer otro tipo de análisis pero yo no estoy en condiciones de hacerlo".

El diputado vizcaíno de Medio Ambiente, Iosu Madariaga, explicó que las precipitaciones anunciadas de más de 60 litros por metro cuadrado "pasan 200 veces al año" sin consecuencias graves y que las dos agencias de meteorología (Euskalmet y la española) "dijeron que la borrasca iba a moverse".

El presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, reclamó la asunción de responsabilidades por lo que calificó de "fallos garrafales" en los sistemas de emergencia y acusó directamente al Gobierno vasco. "La coordinación ha sido nefasta, porque se ha avisado tarde o no se ha avisado", manifestó.

La Diputación señaló que podría haberse repetido una tragedia como la de las inundaciones de 1983 si el río Ibaizabal hubiese recibido un aporte de precipitaciones similar al del Nervión a su paso por Bilbao. "En el Ibaizabal no cayeron tantas precipitaciones, a lo que se unió la pleamar que no portó marea viva". El diputado general agregó que las obras de encauzamiento realizadas tras esas inundaciones han servido para reducir la incidencia de las del pasado fin de semana, pero también lanzó una crítica. "Las actuaciones son insuficientes", dijo e instó a que se impulsen.

La institución foral precisó que movilizó a 250 personas el domingo, desde bomberos y retenes de mantenimiento de Obras Públicas hasta el Servicio de Hidrología de Medio Ambiente y personal de empresas forestales y de limpieza. Los niveles de los ríos crecieron por encima de los datos históricos registrados en la red de aforos.

En Vizcaya, el problema más grave en las comunicaciones viales se localizó en la N-634, la carretera procedente de San Sebastián a la entrada de Bilbao, donde un desprendimiento ha obligad a cortar dos carriles a la capital vizcaína. Las obras, que se prolongarán toda la semana, tendrán un coste de casi tres millones de euros.

La cuantificación global de las pérdidas de la riada todavía se desconoce. Únicamente el Departamento de Educación ha cifrado en 308.000 euros los daños en dos centros escolares de Getxo: el Instituto Caro Baroja y el colegio Larrañazubi. Son dos de la media docena que han estado cerrados por las inundaciones.

El consejero de Educación, Tontxu Campos, visitó ayer ambos colegios, en los que el agua llegó al metro de altura. La consejería espera que el Instituto Caro Baroja podrá reabrir hoy sus aulas, mientras que en Larrañazubi, con más desperfectos, deberá aguardar a mañana.

En Bilbao, el Instituto Zurbaran reanudó ayer las clases al igual que la escuela Zuazo de Barakaldo. Sin embargo, en esta última localidad vizcaína permanece todavía cerrado el centro infantil Arteagabeitia, aunque la consejería de Educación prevé que esté abierto mañana tras finalizar las tareas de limpieza.