Los Jaime I premian a los cerebros del gran centro olvidado del Consell
La Generalitat sigue sin destinar un euro al Instituto de Física Médica
Un proyecto une a los dos investigadores valencianos que ayer recibieron los Premio Jaime I: se llama Instituto de Física Médica, es uno de los mayores centros recogidos en el mapa de grandes infraestructuras científicas del Estado, tiene un coste estimado de 120 millones de euros, y no ha logrado salir del mundo teórico del papel. Entre otras cosas, porque la Generalitat, que debe cofinanciarlo con el Gobierno, no ha destinado un euro a hacerlo realidad.
El proyecto permanece congelado desde marzo de 2007
Josep Bernabeu (premio de investigación básica) y José María Benlloch (premio de nuevas tecnologías) son profesores de la Universitat de València y miembros del Instituto de Física Corpuscular. Bernabeu ha sido el principal promotor del Instituto de Física Médica. Benlloch participó en la redacción del proyecto. Santiago Grisolía anunció ayer los premios para ambos, en un acto presidido por el presidente Camps, en el que también se reconoció la trayectoria de otros cuatro investigadores en los campos de la medicina, el medio ambiente, la economía y el urbanismo. Los galardones, dotados con 100.000 euros, los entrega en otoño un miembro de la Casa Real.
El Instituto de Física Médica (IFM) apareció reflejado en los presupuestos del Gobierno, pero no en los de la Generalitat. En marzo de 2007 fue presentado por la ministra Mercedes Cabrera y por el consejero Justo Nieto. Las dos administraciones todavía no han constituido el consorcio que debe construirlo.
El respaldo del Ejecutivo parece haber salido reforzado de las elecciones generales: el instituto fue impulsado, sobre todo, por la Universitat de València y por el CSIC, y el entonces presidente de ese organismo estatal, Carlos Martínez, que se implicó personalmente en el proyecto, ha sido nombrado secretario de estado de Investigación. El respaldo de la Generalitat se mantiene en el terreno de las declaraciones públicas.
El IFM está planteado con un triple objetivo: servir de centro de investigación avanzada, potenciar el desarrollo de la industria del sector, y ofrecer terapia a pacientes. Especialmente a aquellos que padecen cánceres de difícil tratamiento abordables con el ciclotrón de alta energía (un tipo de acelerador de partículas) con el que está previsto que cuente el instituto.
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