Ríos pequeños pero imprevisibles
Cantabria recuperó ayer la normalidad tras las inundaciones provocadas por las fuertes precipitaciones del pasado fin de semana -hasta 50 litros por metro cuadrado en la madrugada del sábado al domingo-. Las 20 familias que tuvieron que ser rescatadas de sus casas por el desbordamiento del río Aguanaz en el municipio de Entrambasaguas, regresaron ayer a sus viviendas y el caudal del río volvió a niveles normales. El presidente de la Confederación Hidrográfica del Norte, Jorge Marquínez, explicó que los ríos cantábricos, cortos y muy pendientes, suelen registrar subidas del nivel de agua "rapidísimas y difíciles de prevenir".
Las 15 carreteras autonómicas cortadas por las inundaciones se abrieron ayer de nuevo al tráfico y también se restableció el servicio de tren entre Santander y Bilbao, cerrado el domingo por la inundación de una estación.
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