El timo que siempre toca en la Costa del Sol
Málaga reúne el 80% de los arrestos por la estafa de la 'lotería nigeriana'
En apenas ocho años las estafas nigerianas se han convertido en un tipo de delito típico de Málaga. Aquí se escanean los sellos y logotipos de la Organización de Loterías del Estado y se redactan cartas en perfecto inglés anunciando falsos premios de la lotería española. La mayoría de las víctimas está muy lejos -sobre todos en Estados Unidos y Canadá- y el dinero se escapa en transferencias que diluyen el rastro saltando de país en país.
Desde 2000, el grupo de fraudes de la Costa del Sol ha detenido a más de 1.000 personas por esta estafa. La cifra supone el 80% de los arrestos en todo el país. El resto se concentra en Madrid y Levante. En los últimos años comienzan a verlas en otras provincias costeras como Almería y Granada.
"Hay muchas redes. La misma técnica y distintas cabezas", dice un inspector
Pero la estafa se maquina en Málaga. La Costa del Sol es para las mafias que explotan el timo el escenario perfecto. La ciudad pone los bancos para recibir las transferencias de los incautos y los locutorios desde los que hacen llamadas con prefijo español. Resultado: envíos masivos de cartas con matasello malagueño y estafas globales de dimensiones desproporcionadas.
El último golpe a estas redes se produjo la semana pasada. Una operación, dirigida por la Comisaría Central de Policía Judicial, culminó con 53 detenidos a los que se atribuye una estafa real de 27 millones. Por el momento han dado con 1.500 víctimas que pagaron una media de 1.800 euros. Todo para cobrar premios que nunca llegaron.
¿Por qué Málaga? El jefe de fraudes de la comisaría malagueña, Juan Titos, lleva casi diez años tratando de encontrar una respuesta. "Los primeros casos se detectaron aquí pero todavía no hay una explicación coherente", afirma. En este tiempo, el timo se ha modernizado mucho. El escáner permite hacer reproducciones exactas de logotipos oficiales y los estafadores obtienen listas de direcciones de posibles víctimas gracias a Internet. Un estudio de la empresa de seguridad informática McAfee estima que Málaga es uno de los destinos preferidos por las redes del cibercrimen, junto a Florida (EE UU) y las Islas Vírgenes.
La primera gran operación contra estos timos se organizó en 2005. El caso, bautizado Nilo, sacó de circulación por poco menos de uno año a unos 300 timadores. En cuanto pisaron la calle volvieron al tajo. "Esto es un modo de vida", zanja Titos. "Hay gente a la que hemos detenido varias veces por lo mismo. A uno lo detuvimos en Madrid y a los tres días, en Málaga, justo antes de casarse", recuerda. El enlace, con una española, era de conveniencia. Muchos consiguen la nacionalidad con matrimonios fraudulentos. Así evitan la deportación.
Las células son estables. Tienen pisos alquilados en barriadas de Málaga y regentan locutorios donde preparan las cartas sin llamar la atención. Están organizados y estructurados.Unos ponen el dinero, otros compran los sellos, los hay que redactan las cartas. Vienen de Nigeria con billete pagado por la organización. Nada de pateras. Son personas de confianza, recomendadas.
¿Y dónde están los jefes? "Inicialmente habría alguno en Málaga, pero creo que se han ido disgregando", mantiene Titos. "Estoy convencido de que hay muchas en España. La misma técnica y distintas cabezas". Quizás los hayan tenido frente a frente, pero no les reconocen porque se enfrentan a estructuras muy cerradas. "Nadie dice 'éste es mi jefe", añade. La defensa siempre corre a cargo de los mismos abogados, especializados en este tipo de delitos.
Después de ocho años y cientos de arrestos han comenzado a celebrarse juicios. Muy pocos porque muchos detenidos llevan identidad falsa y los juzgados tienen que afrontar enormes trámites para localizarlos en el extranjero.
En nombre del turismo
Lo último que le faltaba al Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado era saber que se utiliza su nombre para cometer estafas en nombre del turismo. Las cartas que las redes nigerianas envían por todo el mundo explican a sus víctimas que les ha tocado un premio de lotería dentro de un sorteo entre 19 millones de personas. "Forma parte de nuestro programa global para promocionar el turismo español (...) pero debido a la gran cantidad de nombres le pedimos que no haga público el premio", recoge una de las cartas. Nada más lejos.
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