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Una pareja estafa a un hombre con una falsa hija

La mujer enviaba fotos de la supuesta niña al engañado

Cinco años de estafa han costado a un vecino de Collado-Villalba 88.000 euros, los mismos que pagó para mantener a una hija que nunca tuvo. Una colombiana de 38 años le hizo creer durante ese tiempo que había dado a luz y criado a una niña suya. Después, le pidió dinero para su manutención. El fraude salió a la luz cuando el hombre denunció el caso: había recibido una llamada de teléfono de unos hombres que le informaban de que habían secuestrado a su pareja y a su hija. Pedían un rescate de 200 millones de pesos colombianos (80.000 euros).

Con el aviso del hombre arrancó la Operación Sharon, llevada a cabo por el grupo de Policía Judicial de Collado-Villalba. Una llamada de la Interpol en Colombia alertó a los agentes de que la presunta madre secuestrada en Colombia había abandonado el país en 2008 con destino a Madrid. La Guardia Civil consultó los registros oficiales y los vuelos a Madrid para localizar a la pequeña, pero no apareció.

La mujer estaba en Madrid, aunque no secuestrada. Fue hallada por la Guardia Civil, junto a un hombre de 39 años, en un piso de la capital. Son M. M. R., colombiana de 38 años, y P. R. A., español de 39.

Ambos fueron detenidos por presunta estafa y extorsión. Los agentes descubrieron el falso secuestro y comprobaron que la niña tampoco era real. No encontraron rastro alguno, ni un certificado de nacimiento ni constancia de entrada o salida de España o de Colombia de la supuesta niña.

El engañado enviaba cada mes una cantidad fija para mantener a su supuesta hija. Le costeó los gastos médicos derivados de una falsa fractura en la pierna. Pagó una casa en Colombia. Incluso aportó la indemnización a un presunto matón al que la falsa madre, decía, había apuñalado en defensa de la niña.

La mujer comenzó a enviarle cartas en 2003. Contenían fotos y dibujos elaborados por la niña fantasma. La supuesta estafadora incluso le llamaba por teléfono para que hablase con la cría. La investigación ha establecido que aquella voz infantil que oía a través de la línea telefónica era la de una mujer que se hacía pasar por una niña.

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