Los efectos del amarre comienzan a dejarse notar en las lonjas de pescado

Los efectos del amarre de la flota, en protesta por el incremento del precio de los carburantes, comenzaron a notarse ayer en las lonjas de pescado, en los que la paulatina caída de la oferta ha comenzado a elevar los precios, ayudada por una demanda creciente, ante el desabastecimiento que se anuncia para los próximos días. Fuentes del sector calculan que los precios del pescado subirán hasta un 40% a finales de la próxima semana.

El presidente de la Plataforma en defensa del sector pesquero, Francisco Fernández, que mantuvo un encuentro en Santiago con asociaciones de pesca artesanal, advirtió de que "hacia el final de la semana" los efectos serán "más visibles", puesto que dejarán de entrar en las lonjas los productos del Gran Sol y de pesca de altura. Fernández recordó, en declaraciones a Europa Press, que el paro permite la entrada de pescado del Gran Sol hasta el 10 de junio, mientras que hasta el 16 "se admitirá" la carga de pesca de altura.

Reiteró Fernández que la plataforma, que aglutina a armadores y puertos de toda Galicia, "está abierta al diálogo" con las instituciones. No obstante, reprobó que "no les recibiese" la ministra de Medio Marino, Elena Espinosa, en la manifestación del viernes en Madrid, para reclamar al Estado medidas que favorezcan al sector. Entre esas reivindicaciones están la exoneración del pago de la Seguridad Social, la refinanciación de las deudas o la rebaja temporal de las tarifas portuarias.

En cuanto a la jornada de paro de ayer, Francisco Fernández subrayó que es de "total normalidad", debido a que el fin de semana apenas se faena. En las inmediaciones de la Refinería de A Coruña hubo un "altercado leve", ya que un grupo de manifestantes intentó cortar el tráfico. En la lonja de Vigo casi no hubo actividad, por tratarse de un sábado, aunque se notó cierto desabastecimiento. Mayores fueron los efectos en la de Marín, donde la oferta fue una tercera parte de la habitual. En este puerto también se produjo un enfrentamiento verbal entre comercializadores y armadores.

La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, incidió mientras en que la Xunta "tiene las puertas abiertas al diálogo" y "seguirá trabajando" para mejorar la situación del sector. Así, Gallego subrayó que "al tiempo que se celebraba una manifestación en Madrid, el Puerto de Celeiro negociaba con el Igape para buscar cómo refinanciar los pasivos". La Asociación Española de Titulados Náutico-Pesquera, Aetinape, pidió por su parte al Gobierno que las ayudas que puedan acordarse "no supongan amenazas para la calidad de los puestos de trabajo o para la seguridad marítima".