El Pacto de Toledo, prioridad en el diálogo con el PP

El hasta ayer presidente del Círculo de Economía, José Manuel Lara, lanzó el guante y José Luis Rodríguez Zapatero lo recogió. El empresario reclamó al presidente del Gobierno "consenso" con el Partido Popular en las grandes cuestiones de Estado, dejando a un lado las acritudes de la anterior legislatura. Zapatero tendió la mano al PP para llegar a cuatro acuerdos: la renovación del Pacto de Toledo, la modernización de la administración de justicia, la lucha antiterrorista, y la política exterior, sobre todo ante la próxima presidencia española de la Unión Europea en 2010.

"Para mí no pesa en nada la legislatura pasada. Los cuatro años que vienen son para el futuro", sostuvo Zapatero. Tal es la confianza del presidente del Gobierno en el diálogo con el PP que incluso afirmó que "hay condiciones para un acuerdo general en materia de financiación autonómica". Se basó en "las palabras de Rajoy", que, en su opinión, "favorecen" el consenso. El líder del PP había dicho el día antes que, a pesar de considerar que el modelo de financiación no es prioritario para Cataluña, sí es "muy importante".

Al presidente del Gobierno no le será complicado pactar la puesta al día del Pacto de Toledo, suscrito en 1995 para garantizar el sistema de pensiones. En el segundo debate de investidura el líder de la oposición ya le dejó claro al presidente que su renovación era "imprescindible". A pesar de que Zapatero consideró que el Pacto de Toledo es la "base esencial para el futuro de la protección social", recordó que el Ejecutivo efectuará "una nueva provisión de 4.700 millones de euros" en el Fondo de Reserva, la hucha de la Seguridad Social, antes de verano. El presidente del Gobierno aseguró que seguirá dotando este fondo de recursos, por mucho que el descenso en las afiliaciones a la Seguridad Social sea "notable".

Zapatero, que destacó la necesidad de este pacto por encima del resto, aseguró que su intención es renovarlo después de verano. Una negociación en la que además del principal partido de la oposición, agregó, deberán estar "el Parlamento" y los "interlocutores sociales".

El presidente del Ejecutivo afirmó que también pedirá el apoyo del resto de fuerzas parlamentarias y de los agentes económicos y sociales para las medidas estructurales que aprobará antes de un mes. A esta petición irá ligada, agregó, "una reflexión sobre el sector público". "Esperamos el apoyo de los interlocutores sociales porque es imprescindible para abordar los problemas", apostilló.

Zapatero apostó por un nuevo pacto con todas las administraciones para la vivienda. Las comunidades convocadas a la Conferencia Sectorial del próximo 17 de junio deberán perfilar junto al Ejecutivo el Plan Estatal de Vivienda 2009-2012, que tendrá como principal objetivo el inicio de 150.000 viviendas al año a lo largo de la legislatura.