Entidades catalanas piden la interconexión

Tras asumir que el Gobierno derogará el trasvase del Ebro hacia Barcelona, numerosas entidades pidieron ayer la interconexión entre la cuenca tarraconense y la que abastece la capital catalana. La tesis que esgrimieron es obvia: el carácter cíclico de las sequías permite deducir que ésta no será la última. "No podemos volver a caer en la misma falta histórica de planificación", destacó el Colegio de Ingenieros de Cataluña. En la misma línea se manifestó la CECOT, patronal catalana de pymes, que en una carta exhortó al presidente de la Generalitat, José Montilla, a tener "coraje" para llevar a cabo la interconexión.

La infraestructura también fue solicitada por el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y el de Sabadell, Manuel Bustos, ambos del PSC. Bustos reiteró su petición como presidente de la Federación Catalana de Municipios. Anteayer hizo lo mismo la Cámara de Comercio e Industria de Sabadell.

También hubo, no obstante, críticas a la política de la Generalitat. Duran Lleida cargó contra Montilla "indignado" por la gestión de la sequía. Cataluña "no tiene Gobierno ni, sobre todo, presidente", dijo en su carta web semanal dirigida a los militantes de Unió.

Por su parte, Aguas de Barcelona, que todavía capitanea la unión temporal de seis empresas a las que el Ministerio de Medio Ambiente encargó los trabajos de la tubería del Ebro, previó ayer la posibilidad de que se anule el encargo. La empresa no pedirá indemnizaciones, pero sí "resarcir gastos", explicó el presidente del grupo, Jordi Mercader, tras la junta de accionistas que la empresa celebró ayer. El director general de Agbar, Ángel Simón, matizó que "se llegará a un acuerdo" según establece la legislación vigente. Directivos de la empresa reconocieron la decepción por no poder realizar un proyecto de tal relevancia, al que el ministerio destinó unos 160 millones de euros. Éste señaló que no negociará con Agbar hasta que oficialice la derogación del trasvase.