Industria quiere reforzar la conexión de luz y gas con Francia

Miguel Sebastián espera que el Consejo de Ministros de hoy le dé vía libre para su primer gran proyecto. Se trata de la Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas para el periodo 2008-2016, cuyos objetivos son garantizar el suministro, ser competitivo y respetar el medio ambiente. Es un documento de 450 páginas elaborado por Industria con la intervención de los transportistas (Red Eléctrica y Enagas) y las comunidades autónomas, que el ministro heredó de la anterior legislatura y en el que su equipo ha hecho alguna actualización.

La finalidad del plan es completar en 2016 un mallado de la red de transporte que satisfaga la demanda y, como gran plato fuerte, realizar las interconexiones con Francia, Portugal y norte de África, tanto eléctrica como de gas natural.

La inversión prevista se eleva a unos 8.700 millones de euros en electricidad y a cerca de 9.500 millones para gas. Estas cifras, que duplican las del periodo anterior, se destinan principalmente al mallado de la red, las interconexiones y la distribución, con un 3% que corresponde a las líneas ferroviarias de alta velocidad. Las costearán las empresas, por lo que evidentemente repercutirá en las tarifas correspondientes.

Además, de reforzar muchos trazados costeros y de grandes núcleos, el plan contempla dos nuevas líneas de interconexión con Portugal, de acuerdo a los compromisos del mercado ibérico de electricidad (MIBTEL). Una será en la zona del río Miño entre Pazos (Galicia) y Vila do Conde (Portugal) y otra en el sur entre Gillena (España) y Sotavento (Portugal). Estas líneas duplican la capacidad comercial hasta los 3.000 megavatios.

Más importante resulta la interconexión con Francia, por cuanto supone una garantía y seguridad del suministro al conectar el sistema español al europeo y que lleva un enorme retraso. Está en marcha la conexión por Cataluña, pero los dos países no se han puesto de acuerdo, motivo por el que la Comisión Europea nombró al ex comisario Mario Monti coordinador para buscar una solución. Al final es posible que se soterre el tramo francés.

La resolución se espera para la próxima cumbre hispanofrancesa de antes del verano, donde también se planteará un nuevo trazado, previsiblemente por Navarra, que se sume al previsto de Cataluña. De esta forma se llegará a un intercambio de 4.000 megavatios, que no alcanzará el intercambio del 10% de la capacidad punta del país más pequeño, en este caso España, que se requiere, ya que la previsión es que esa capacidad punta sea de 60.000 megavatios en 2016.

España también plantea una nueva interconexión para el suministro de gas. Además de reforzar las ya existentes (Larrau e Irún), pretende contar con otra de alta capacidad por Cataluña para conectar con los sistemas del centro y norte de Europa a través del francés. Sería necesario para ello la construcción de un gasoducto desde Figueres hasta la frontera francesa de unos 25 kilómetros y una estación de compresión en Sentmenat que permitiría independizar el funcionamiento del sistema español. También se busca un acuerdo con Portugal para desarrollar el mercado ibérico del gas (MIBGAS).

En cuanto al desarrollo de la red gasista, los criterios de Industria son no sólo garantizar la cobertura del 100% de la demanda, sino tener un 10% adicional en caso de necesidad. Prevé construir el gasoducto Huelva-Almendralejo, lo que completa la Ruta de la Plata; hacer un nuevo eje de Galicia a Madrid; y duplicar los gasoductos Algete-Burgos y Burgos-Haro, que se une al norte y asegura la cobertura del eje del Ebro.

De esta forma, el sistema gasista quedaría configurado en tres grandes ejes Sur-Norte (Ruta de la Plata, Eje Central y Eje de Levante) interconectados con otros tantos Este-Oeste (Eje del Ebro, Zamora-Algete y Eje Transversal), a lo que se añade el almacenamiento subterráneo de Yela.