Desaceleración rápida

La Bolsa española registró ayer una subida muy inferior a la del resto de las plazas europeas, lo que mantiene al Ibex 35 por debajo del nivel de los 13.500 puntos. Este índice subió el 0,36%, mientras que el CAC 40 de la Bolsa de París subía el 1,32% y el DAX de Francfort el 1,08%.

El informe del Banco de España en el que se resalta la brusca desaceleración de la economía española en este segundo trimestre del año convenció a muchos inversores de que la Bolsa española ofrece un nivel de "riesgo país" demasiado elevado en estos momentos, en términos generales.

La evolución del Ibex 35 a lo largo de la jornada muestra las enormes contradicciones a que hace frente la inversión y que alcanzaron su punto más alto con la apertura de la Bolsa de Nueva York y el descenso del precio del petróleo hasta los 127 dólares el barril. En esos momentos el Ibex 35 llegó a subir el 1,10% y parecía que la desaceleración de la economía podía quedar en un discreto segundo plano.

El precio del petróleo rebotó desde esos precios y a última hora de la tarde superaba los 130 dólares el barril, al tiempo que la Bolsa de Nueva York cuestionaba su impulso inicial ante un dato que sólo era menos malo de lo esperado.

Los pedidos de bienes duraderos bajaron en abril el 0,5%, confirmando que el enfriamiento económico se produce a un ritmo razonable, pero constante; de ahí que al superarse el pronóstico de los analistas, que esperaban un retroceso del 1,1%, la Bolsa lo celebrara como un buen dato.

El avance del IPC de Alemania, con una subida interanual del 3% en mayo, sirvió para constatar que las opciones de una subida de tipos de interés empieza a parecer más probable que un descenso. La rentabilidad de los bonos registró fuertes subidas en un movimiento que sorprendió a los inversores por su carácter global, pues alcanzó tanto a la eurozona como a Estados Unidos por segundo día consecutivo.