'Ja en tenim prou 2.0'

Si algo caracterizó la campaña electoral de las municipales y autonómicas de 2007, ahora hace un año, fue el protagonismo de Ja en tenim prou, una amalgama cívica integrada por artistas, músicos, profesionales del audiovisual, asociaciones culturales y movimientos sociales, que promovió un espacio de reflexión crítica con el objetivo de forzar un cambio político en la Generalitat.

"Debemos criticar lo que pasa, pero desvinculándolo de las elecciones"

Este colectivo, cuyo referente era el movimiento gallego Hai que botalos, generó una película coral de denuncia de situaciones como el accidente de metro, la visita del Papa, la corrupción o el deterioro ambiental y cultural, que fue proyectada en centenares de lugares, pero que no trajo consigo el cambio político.

Sin embargo, el colectivo, lejos de disolverse, vuelve con una segunda etapa, bautizada como Ja en tenim prou 2.0, para seguir denunciando "los abusos de poder". Pero esta vez no habrá vinculación a un proceso electoral.

El periodista Artur Balaguer justifica la continuidad en una frase: "Teníamos razón". "Si hacemos el ejercicio de ver la película ahora, está totalmente vigente. No éramos un grupo de radicales, como quiso presentarnos el PP, sino gente preocupada por lo que pasaba", razona. "Por mucho que la realidad esté mediatizada por el PP, no va a poder mantener mucho tiempo esa estrategia de hacer oposición en vez de gobernar", dice Balaguer, y hace referencia a nuevos conflictos como el contrato de inmigración y la situación de los dependientes. La vigencia de la propuesta, reconocida recientemente con el premio Llibertat d'Expressió que concede la Unió de Periodistes Valencians, no significa que no se deban operar cambios. "Hemos dejado de preocuparnos por la articulación partidaria porque no nos fue muy bien. El PP consiguió sacarnos del debate y dejarnos como unos radicales", dice, en referencia a la prohibición de la Junta Electoral de exhibir la película en locales públicos.

"En un primer momento interpretamos que la prohibición sería positiva para la difusión de la película, pero nos hemos dado cuenta de que el PP consiguió tirarnos a la periferia del sistema político, y eso hizo que no llegáramos al público más indeciso y desinformado, que era lo que queríamos", relata también Rafa Xambó, sociólogo y cantautor. "Debemos continuar el trabajo de criticar lo que pasa, pero desvinculándolo de los procesos electorales", añade. Denominar a esta nueva etapa 2.0. no es casual. Aunque no se descarta volver a hacer una película, el colectivo se ha volcado en Internet para llegar al mayor número de gente posible con noticias, fotografías o vídeos de denuncia. "El tipo de cosas que no van a salir en Canal 9", puntualiza Xambó.

Lluïsa Cifre, de Ca Revolta, el colectivo cultural que aglutinó Ja en tenim prou, agrega que la idea es utilizar los nuevos medios a mano "para movilizar y llegar a más gente, sobre todo a los jóvenes" y denunciar "todos los abusos de poder, no sólo señalar al PP". "Ahora vemos que los motivos para continuar con esta historia siguen ahí. Si eso continúa, nosotros debemos continuar", sentencia. Manuel Miralles, de Al Tall, lanza un mensaje optimista: "Participar en un movimiento ciudadano y dejar claro que la sociedad civil sigue viva da esperanza de que eso se pueda reflejar un día en las Cortes".