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Los jueces solo admiten que se declaren en quiebra tres particulares

La crisis arrecia y los particulares empiezan a llevar sus deudas a los juzgados. En la provincia de Valencia hay dos juzgados de lo Mercantil, y a su volumen de trabajo, que ha crecido un 200% en el último año, empiezan a sumar ya las peticiones de particulares de entrar en concurso voluntario de acreedores -lo que antes era la suspensión de pago-. Dos son las causas principales que llevan estas quiebras a la Justicia: la imposibilidad de afrontar los créditos hipotecarios y el riesgo de tener que responder con el patrimonio personal en el caso de los avalistas de empresas, sobre todo, constructoras e inmobiliarias.

En los primeros cuatro meses de este año, el Juzgado de Lo Mercantil número 1 ha recibido seis demandas para declararse en concurso. No ha aceptado ninguna. El Juzgado de lo Mercantil número 2 ha registrado un total de 17. De ellas, ha declarado tres concursos, ha rechazado cuatro y tiene pendiente el resto. Los jueces reclaman una ley concursal para las personas físicas, una ley para el endeudamiento familiar, porque la que ahora está en vigor está pensada para las empresas y tiene por objeto defender al acreedor, no al deudor. Los jueces quieren dejar claro que las dificultades para afrontar el pago de las hipotecas no se resuelven por esta vía y que no es un procedimiento que beneficie a los particulares ni que les ampare.

Salvar el patrimonio

Fernando Presencia, titular del Juzgado de Lo Mercantil número 1 de Valencia, cifra en un 10% las peticiones de concurso que presentan los particulares, sobre el conjunto del trabajo que le llega. El 90% de las peticiones no se acepta. "La mayoría de esos casos corresponden a avalistas de constructoras o inmobiliarias de las que son socios. La operación que hicieron fue poner su patrimonio personal como aval. Presentan la solicitud de concurso no porque no puedan hacer frente a las deudas, sino porque quieren salvar ese patrimonio. Y la ley no está hecha para eso. El acreedor es el objeto de la ley", advierte.

"Y una situación similar ocurre con los particulares que se enfrentan a un pago de hipoteca muy superior al que contrataron. Pretenden salvar los bienes que tengan. Y si tienen otros bienes, no están en situación de concurso. La ciudadanía debe saber que no es ésta la vía", añade Fernando Presencia.

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