Brasil impulsa un organismo común de defensa suramericano

A la segunda va la vencida. Ésa es al menos la intención del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, principal impulsor de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que ayer vio oficialmente la luz en Brasilia con la rúbrica y la presencia de los demás presidentes de la región. Nadie se quiso acordar ayer de la recién nacida e inmediatamente difunta Comunidad Suramericana de Naciones, fundada en 2005 en Lima por los mismos países, y que en estos dos años y medio no ha dado resultados.

La Unión lanzada ayer contiene dos diferencias importantes respecto al anterior proyecto: es Brasil quien toma la iniciativa y el acta fundacional nace ya con un proyecto concreto, la creación de un Consejo Suramericano de Defensa. Los miembros se han comprometido a firmar en seis meses un tratado de seguridad.

Lula ha marcado los objetivos: "Suramérica tiene capacidad para mover el tablero político de todo el mundo en beneficio de nuestras naciones". Es decir, que en un momento donde Oriente Próximo y Asia copan la atención mundial, Suramérica quiere ejercer de actor principal: "Más de 300 millones de personas que se benefician de una excepcional fase de crecimiento y de exitosos programas de inclusión social convierten a la región en un gran mercado de consumo", subraya Lula.