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El Museo de Historia de Cataluña potenciará sus monumentos

Potenciar la red de conjuntos monumentales que le pertenecen -Sant Pere de Rodes, Santes Creus, la Seu Vella de Lleida y Cardona- y vincularlos más con la casa madre es el gran objetivo que Agustí Alcoberro, como flamante director del Museo de Historia de Cataluña (MHC), tiene previsto como una de sus líneas maestras para el centro. "Tenemos que crear sinergias y reforzar los lazos entre la sede central y los conjuntos monumentales que le pertenecen", afirma el director, quien, por su parte, ya ha predicado con el ejemplo: con ocasión de la exposición Cataluña y la Guerra de Sucesión, de la que fue comisario, organizó una ruta por cuatro monumentos públicos vinculados al tema.

No le será difícil a Alcoberro adaptarse al nuevo cargo, puesto que ha colaborado con el centro desde sus inicios y ha sido comisario de varias exposiciones. "Formé parte del equipo que preparó la exposición permanente para la inauguración del museo en 1996, ocupándome de la Edad Moderna y redacté todos los textos para los plafones para unificar el estilo de los diversos especialistas", confiesa.

Alcoberro se ha incorporado pocos días después de que el MHC presentara su primera ampliación, un nuevo ámbito, concebido por el historiador Daniel Venteo, donde se traza la historia de la sociedad catalana entre 1980 y 2007, con la ayuda de datos estadísticos inéditos, grandes fotografías, vídeos y recursos multimedia interactivos. "Este museo nació con una voluntad interactiva y con recursos muy avanzados para la época y esta filosofía se ha retomado en la sala nueva y se aplicará para actualizar la exposición permanente", indica el director, profesor de Historia Moderna en la Universidad de Barcelona desde 1994 y especialista en el humanismo catalán y la Guerra de Sucesión española.

Por esa vinculación al centro, Alcoberro ya tiene claro su prioridad, a la que añade "mantener el nivel de exposiciones potentes y renovar la permanente".

La voluntad del Departamento de Cultura de la Generalitat de reorganizar la política cultural y sus equipamientos, se refleja también en la marcha de Josep Boja, que deja el cargo de jefe de exposiciones del MHC para encargarse de formular el nuevo proyecto, que articule los museos de Historia de Cataluña, Etnológico y de Arqueología.

Además de varios ensayos históricos, Alcoberro tiene otra vida literaria, donde destaca el relato introspectivo Retrat de Carme en penombra, novela con la que obtuvo el premio Sant Jordi 1988. También se ha medido con el relato histórico, como en Entre dos focs, sobre la invasión francesa de Cataluña en el siglo XVII, y con las cazas de brujas en Procés a Anna Boixadors. "Hay algo perverso en esta moda del relato histórico de ficción que vivimos: es positiva porque refleja el interés del público, pero por otro lado es una pena que los autores lo acaben reduciendo todo a conspiraciones y misterios".

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