Rebote providencial

Las turbulencias se han instalado en los mercados de valores ante la ausencia de expectativas claras y la presión de los asuntos del día.

El Ibex 35, que llegó a caer el 1,37% hasta los 13.667,30 puntos, terminó esta sesión con un descenso del 0,04% y en 13.852,00 puntos, lo que le permite mantener in extremis el nivel de soporte de los 13.800 puntos.

Las causas de esta reacción hay que buscarlas en el rebote de la Bolsa de Nueva York que, a su vez, se apoyaba en un dato de empleo medianamente positivo y en el ligero retroceso del precio del petróleo.

Los inversores, lejos de tomar posiciones a medio o largo plazo, se apuntan a los vaivenes del mercado sin muchas complicaciones. El miedo a una nueva caída hasta la zona de mínimos ha hecho salir al mercado una parte del papel que se resistía a admitir pérdidas y ha sido este papel barato el que ha facilitado, en el fondo, la reacción tras la apertura al alza de la Bolsa de Nueva York.

Las nuevas solicitudes de desempleo descendieron la pasada semana en 9.000 solicitudes, aunque la media de las últimas cuatro semanas es alcista. Para algunos observadores es más lógico considerar este rebote como una cuestión técnica y achacarlo a las dos caídas anteriores de aquel mercado.

En cuanto al mercado español, el soporte de los 13.800 puntos ha demostrado su escasa fiabilidad, con lo que aumenta la incertidumbre a corto plazo. El respiro que concedía el mercado del petróleo, con el precio del barril por debajo de los 132 dólares en Nueva York y Londres, también influyó positivamente en el ánimo de los inversores.

La revisión de las expectativas de crecimiento e inflación en Estados Unidos, a la baja el primero y al alza la segunda, encajan con las estimaciones de los analistas, por lo que apenas tuvieron repercusiones en el desarrollo de la sesión.

Uno de los pocos puntos positivos de la jornada fue el crecimiento de la contratación, con 5.797,26 millones de euros.