La agente electoral muestra censos y facturas de su "trabajo para el PSOE"

Dos ex amigas comparecieron ayer ante la comisión de investigación de la supuesta agente electoral para contar versiones diametralmente opuestas del viaje de María Isabel Blanco a Argentina entre marzo y mayo de 2007 en plena precampaña de las municipales.

Isabel Blanco aireó la denuncia porque el PP tenía "pruebas fehacientes"

La primera en sentarse ante los comisionados, la propia Maria Isabel Blanco, contó que Félix Porto -en su doble condición de candidato del PSOE en Muxía y dirigente de Unións Agrarias-, le explicó que había sido contratada por este sindicato para hacer campaña en Buenos Aires por el PSOE de Muxía. "No fui porque quise, él me dijo que estaba a sus órdenes, me dio los censos de emigrantes, teléfonos y 2.500 euros", declaró esta mujer que en enero de 2007 acusó a la Xunta de haber subvencionado, a través de la Secretaría Xeral de Emigración, dos billetes de avión a Buenos Aires que ella nunca reclamó, pero con los que voló a la capital argentina.

Exhibiendo los padrones de Muxía y un CD con propaganda electoral del PSOE como pruebas, María Isabel Blanco refrendó su acusación en el Parlamento: "Yo jamás solicité un billete para viajar yo a Buenos Aires". Antes, había relatado su "calvario de 53 días siniestros" en los que acudió "puerta por puerta" a tramitar la documentación para el voto con el objetivo de que los emigrantes se "ahorrasen los gastos". El porqué tardó más de nueve meses en denunciar públicamente todos estos hechos es una pregunta que la supuesta agente electoral sólo pudo explicar a medias.

Alegó que fue el Partido Popular el que llamó a su puerta -y no al revés- con "pruebas fehacientes", que ella, después de aconsejarse con su hijo y su marido, no pudo negar. También rechazó María Isabel Blanco haber conocido desde el primer día que los pasajes a Argentina los financiaba la Xunta y no el PSOE, pese a que este dato consta en el correo electrónico que Emigración envió a la diputada socialista, Marisol Soneira, y que ésta le remitió a la propia interesada.

Minutos después de la comparecencia de la presunta agente electoral, pasó por la comisión la parlamentaria socialista. Soneira admitió haber gestionado los billetes de avión a través de la Xunta, como hizo antes en numerosas ocasiones con esta y la anterior Administración, para ayudar a emigrantes en problemas. Entre otras gestiones, recordó que había mediado también con la Xunta del PP para que se ayudase a la familia de María Isabel Blanco, si bien aclaró que ella nunca contactó con esta mujer para que trabajase como agente electoral.

Soneira se refirió a una declaración de la propia María Isabel Blanco en el juzgado -que instruye una denuncia de la diputada contra esta mujer para salvaguardar su honor- en la que Blanco negó que la diputada socialista tuviese algo que ver con el trabajo que realizó en Buenos Aires para el PSOE. "No hay caso", remarcó la responsable de emigración del Partido Socialista, quien atribuyó la denuncia a "una trama inventada por el PP".

La diputada aventuró además las razones que habrían llevado a su ex amiga, "a la que había ayudado muchas veces", a revelar toda esta historia. Descubrió que semanas antes de que el Partido Popular airease su denuncia, la propia María Isabel Blanco acudió a visitarla para reconocerle su ayuda y devolverle 700 euros que la diputada le había prestado años atrás. "A ti siempre te estaré agradecida pero Félix Porto se va a enterar, me dijo entonces", contó Soneira, quien deslizó la idea de que la mujer habría recibido ofertas de trabajo en Vimianzo o Fisterra a cambio de publicitar su denuncia.

La diputada socialista acabó su turno reprochando la "vileza moral del PP al comprar esta mercancía", y acusando al presidente de la Diputación de Pontevedra, Rafael Louzán, de prevaricar en México con la entrega de un cheque a través de la comitiva del Partido Popular.

En sus dos intervenciones, este grupo, que se mostró muy duro con Marisol Soneira, se solidarizó en repetidas ocasiones con María Isabel Blanco. Desde el BNG, su diputado Iago Tabarés reclamó una regulación en condiciones del voto exterior para que no se repitan "estos follones" y el parlamentario socialista, Xaquín Fernández Leiceaga, lamentó el "montaje urdido por el PP".