La actividad telefónica e informática de los británicos quedará archivada
El Gobierno británico se plantea guardar los datos relativos a las páginas de Internet que sus ciudadanos visitan durante al menos el último año. Los planes, que están en una fase muy incipiente, fueron revelados ayer por el diario The Times, que afirma que incluyen la creación de una gigantesca base de datos en la que se acumularían las mencionadas visitas a la Red junto con el registro de las llamadas telefónicas, correos electrónicos y mensajes de móviles.
La idea del Gobierno es aprovechar la directiva europea que obliga a guardar los datos telefónicos durante un año, y que está en fase de trasposición a la legislación británica, y añadir también los datos de Internet, que no están incluidos en la normativa comunitaria. Los planes han generado suspicacia en un país que vive con enormes contradicciones el control de las actividades privadas por el Estado.
Por un lado, los británicos están en contra de la implantación del carné de identidad, pero por el otro aplauden la instalación de millones de cámaras de seguridad por las calles del país.
Los defensores de acumular esa información en una base de datos centralizada, a la que los servicios de seguridad sólo podrían acceder con permiso judicial, argumentan que eso facilitaría las tareas antiterroristas con las que se justifica la normativa europea porque, de lo contrario, quedarían diseminados en cientos de proveedores de servicios de Internet.
Pero los críticos opinan que la acumulación de datos se convertiría en una amenaza potencial contra la privacidad de los británicos y recuerdan que el Gobierno ha demostrado ya varias veces su torpeza en la custodia de datos privados. Y en ese sentido evocan sobre todo el extravío de un disco informático con los datos personales -incluidas cuentas bancarias- de todos los menores británicos y sus familias, hace varios meses.
"Dado el pésimo historial en el mantenimiento de la integridad de las bases de datos, esto bien puede ser una amenaza a nuestra seguridad, más que un apoyo", ironizó el portavoz conservador de Interior, David Davis. A juicio de Jonathan Bamford, asistente del Comisionado para la Información, el proyecto "nos va a dar serias preocupaciones y es posible que vaya demasiado lejos". "No tengo datos que justifiquen el derecho del Estado a guardar datos telefónicos y de Internet de los ciudadanos", añadió.
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