Los barceloneses dan un aprobado justo a la ciudad

Quizá en el Ayuntamiento de Barcelona circule la hipótesis -al menos eso dijo el teniente de alcalde Jordi Williams Carnes- de que la mala imagen de la ciudad obedece a una conspiración internacional, pero la realidad, al menos con los papeles en la mano, es otra. El Consistorio difundió ayer los resultados de la encuesta municipal del último año y son elocuentes: los ciudadanos aprobaron sólo con un 5,6 la gestión del equipo de Jordi Hereu (PSC).

La percepción de que la ciudad ha empeorado sube el 20% en cuatro años

El 60% se declara nada satisfecho con el uso de sus impuestos

No sólo eso: predomina la percepción de que Barcelona ha empeorado sensiblemente en los últimos cuatro años hasta subir casi 20 puntos (de 13,5 a 32,1) esa sensación negativa, al tiempo que cae en picado la positiva: si en 2003 el 62,1% de los encuestados creían que Barcelona mejoraba, ahora sólo lo piensan el 36%.

El estudio, realizado entre el 18 de septiembre y 27 de diciembre pasado, se hizo sobre un universo de 6.000 personas con un margen de error del 1,30%. Y sobre esa base, los encuestados envían un mensaje claro a los gestores municipales advirtiendo de que su calidad de vida va a menos. El 51,9% cree que el ruido ha empeorado en Barcelona. El suspenso es absoluto en aparcamiento (3,1), tráfico (4) y seguridad ciudadana (4,9). Todas ellas son áreas de Assumpta Escarp, regidora de Vía Pública. Medio Ambiente, controlado por la teniente de alcalde Imma Mayol (ICV), aprueba por los pelos con un 5,1. En el polo opuesto, los encuestados reconocen el esfuerzo por dotar a la ciudad con una red de bibliotecas (una nota de 7,1) al tiempo que puntúan igual (6,7) la recogida de basuras, el metro, los mercados y la oferta cultural.

El descontento general se refleja en cómo el Ayuntamiento invierte los impuestos. El 35% de los ciudadanos creen que el Consistorio hace de ellos un uso "normal" pero el 31,1% lo califica de "muy malo" o "malo". Y esta cifra es demoledora: el 60,3% se declara "nada satisfecho" del uso que se hace de sus tributos. "No es un dato preocupante", relativizó el primer teniente de alcalde, Carles Martí, en la Sala Lluís Companys del Ayuntamiento. "Siempre existe la percepción histórica de que los impuestos se pueden utilizar mejor. Es una aspiración noble".

Pero Martí no escondió la cabeza bajo del ala y reconoció que la institución municipal debe mejorar determinadas áreas, por ejemplo la seguridad. "La percepción ciudadana demanda más esfuerzos", dijo. Y quiso subrayar algo: curiosamente, la opinión que tienen los ciudadanos sobre sus barrios es mejor que la del conjunto de ciudad. "Tenemos que reforzar el discurso del proyecto de capitalidad, creatividad y cohesión social", señaló en alusión al eje político que ha inspirado a Hereu desde el inicio de su mandato. Las preocupaciones de los ciudadanos, sin embargo, van en otra dirección. El 14,2% cree que su problema más grave es el transporte; el 13,6%, la inseguridad; el 10,9%, el tráfico; el 10,2%, la limpieza, y el 10%, el acceso a la vivienda.

Pese a la firmeza de los resultados y el 5,6 de nota global, fuentes municipales quisieron desdramatizarlos recordando que la encuesta se realizó en otoño, un momento especialmente delicado tras el apagón de la luz en verano, los graves problemas de Cercanías y la sequía. "Hemos superado el annus horribilis", dijo un miembro del Consistorio. Y en la misma línea, aseguran que en los últimos cuatro años ha habido una evolución positiva de determinados servicios, como la recogida de basuras, la limpieza de las calles, el medio ambiente y las zonas verdes. "Son resultados satisfactorios", señaló Martí. "En algunos puntos hemos frenado la tendencia a la baja". Quien no se consuela es porque no quiere: la nota de los ciudadanos al tripartito (5,5 ) y al Gobierno de Zapatero (5,3) es peor que la del Ayuntamiento (5,6).