Futuros apalancados
Hace quince días el ministro indio de Hacienda amenazaba con cerrar los mercados de futuros sobre materias primas que funcionan en la India, acusándoles de ser los responsables de la imparable subida del precio de los alimentos.
Se endurece así la discusión sobre qué es lo que está haciendo subir el precio de las materias primas, si un exceso de demanda provocada por el fuerte crecimiento de las economías de los países emergentes o, más bien, la enorme masa de liquidez existente y que, tras el inicio de la crisis crediticia, se está dirigiendo hacia el único tipo de activo que sube de precio, provocando una intensificación de esa subida.
Para hacerse una idea de la situación, baste recordar que desde comienzos del año pasado el precio del petróleo se ha duplicado mientras que los índices generales de materias primas, como el CRB de Reuters, han subido del orden del 70%. ¿Se justifican estas subidas en un periodo en el que la economía norteamericana y europea han entrado en desaceleración? La paradoja que supone este hecho sólo se ha dado otra vez en la historia, durante los años setenta, que vieron cómo las materias primas subían de precio drásticamente para ver esos precios desplomarse poco tiempo después.
Las posiciones abiertas en los mercados de futuros sobre materias primas se han multiplicado por ocho
Alrededor de un 15% de los fondos de inversión libre utilizan los mercados de futuros sobre materias primas para aplicar una estrategia de inversión conocida como Hedge/ CTA (Commodity Trading Advisor) en la que mezclan el uso de los mercados de futuros sobre materias primas con el de los derivados de tipos de cambio, por lo que una de sus características es el estar fuertemente apalancados (es decir, con un elevado endeudamiento). Para muchos de ellos, que mantienen posiciones compradoras, es esencial el acertar con cuál será el momento culminante de ese proceso alcista: todos saben que las posiciones abiertas en los mercados de futuros sobre materias primas se han multiplicado por ocho durante los dos últimos años y que, por tanto, aun sin negar la tesis del incremento de la demanda, también hay un componente fuertemente especulativo en la subida de los precios.
Lo curioso es que existe una gran disparidad entre el comportamiento del precio de las materias primas y el de la cotización en Bolsa de muchas de las empresas que se dedican a su explotación. Según Lionel Motière, presidente del fondo Diapason Commodities Management, eso estaría reflejando el que la cotización de las empresas se ve condicionada por la marcha general de las bolsas mientras que el de las materias primas no. Pero, ¿no podría también reflejar la sospecha de que esas subidas de precios no serán sostenibles y, por tanto, no se traducirán en beneficios para las empresas explotadoras durante los próximos cinco o diez años? -
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