"EDP Renovables va a estar entre las cinco grandes de la Bolsa de Lisboa"
El viento sopla con fuerza en la península Ibérica, convertida en plataforma privilegiada para el crecimiento de los parques eólicos. La empresa portuguesa EDP Renováveis (EDP Renovables) -que ha iniciado el proceso de venta en Bolsa del 25% de su capital-, pertenece al Grupo EDP-Energias de Portugal. EDP es el cuarto operador mundial en el sector de energías renovables y concentra en España (con 1.639 megavatios) el grueso de su producción en Europa.
"Somos el cuarto productor de energía renovable del mundo"
"Con la operación de salida a Bolsa garantizamos el crecimiento futuro"
"El 80% de nuestra plantilla europea está en España, allí empezamos a crecer"
La cartera de proyectos de la empresa en el continente europeo llega a 8.914 megavatios, de los que 7.077 corresponden a la península Ibérica. Ha sido un crecimiento imparable desde su desembarco en 2005, con la construcción de parques eólicos en siete comunidades: Asturias, Galicia, Aragón, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Canarias. António Mexia, de 50 años, presidente ejecutivo del grupo, habla con orgullo de EDP Renováveis, compañía valorada en unos 7.800 millones de euros.
Pregunta. ¿Cuál es la apuesta de EDP por las energías renovables?
Respuesta. Creemos que tiene que haber una armonía entre crecimiento y medio ambiente. Parte de la demanda mundial tiene que ser cubierta con las energías renovables, que tienen un papel fundamental en dicho equilibrio y en la distribución, expansión y demanda de energía. Ante la imperiosa necesidad de reducción de las emisiones de CO2, EDP ve como un valor adicional para sus accionistas la capacidad de reducir CO2 por megavatio. El objetivo global de la compañía es que el 70% de la capacidad instalada en los inicios de la década próxima no genere CO2.
P. ¿Qué lugar ocupa España dentro de los objetivos de la empresa?
R. Hemos creado una subsidiaria en España, EDP Renováveis, que cotiza en la Bolsa de Lisboa. Somos el cuarto productor del mundo -después de Iberdrola, Florida Power & Light (EE UU) y Acciona-Endesa-, y tenemos un potencial de crecimiento de más de 24.000 megavatios. La compañía estará entre las cinco mayores que cotizan en la Bolsa de Lisboa.
P. ¿España es la plataforma de crecimiento y expansión de EDP Renováveis en Europa?
R. El 80% de nuestra plantilla europea está en España. Allí fue donde empezamos a crecer y donde tenemos el know-how y la masa crítica necesaria. Junto a España, tenemos una base en Houston (Tejas), otra en São Paulo, para el mercado de América Latina, y una subplataforma en Polonia, para los mercados de Europa del Este. España es la base natural de los equipos, porque es el tercer mercado del mundo.
P. ¿Es un buen momento para salir a Bolsa, a pesar de la crisis de los mercados?
R. El objetivo esencial de esta compañía es crecer. Tenemos que anticiparnos y atraer nuevos accionistas. Con esta operación garantizamos ser más grandes en el futuro. La compañía mantiene el 75% del valor de este crecimiento. Las renovables son muy fuertes porque está claro que hay que reducir las emisiones de CO2. Hay grandes compañías del sector que están planteándose salir a Bolsa. EDP ha tomado la delantera.
P. ¿Su opción preferente es comprar parques eólicos en funcionamiento o construirlos?
R. Construir, porque permite añadir más valor. Hemos comprado el 85% de nuestros activos.
P. ¿Cómo se puede mejorar la tecnología, elemento clave de las energías renovables?
R. Las energías renovables despertaban hace 10 o 15 años un gran escepticismo. Iberdrola es la mejor prueba. Hoy está claro que son parte muy importante de la solución a nivel mundial, sobre todo en Europa y Estados Unidos. El desarrollo tecnológico de los últimos 10 años ha sido increíble. Ha aumentado mucho la eficiencia. Estamos muy cerca de tener precios competitivos con otras energías. La industria eólica ya está madura.
P. ¿La energía eólica es realmente alternativa desde el punto de vista de capacidad de producción y de rentabilidad económica?
R. Es alternativa porque, de entrada, no produce emisiones de CO2. Tiene problemas, porque el viento no se puede activar con un botón on/off. Hay o no hay viento. La cuestión principal es la capacidad de almacenar energía. Es más o menos fácil almacenar carbón y gas, pero es mucho más difícil el de energía eléctrica. El mundo está cambiando y avanza para utilizar al máximo las energías renovables. Todo será construido con este objetivo, el vehículo, la vivienda. Habrá un cambio radical de hábitos. El gran desafío son las redes inteligentes, la generación descentralizada, todos podremos ser generadores, producir energía y vender a la red. La revolución cultural y tecnológica está marcha, y las renovables son un componente fundamental de esta revolución.
P. Los parques eólicos tienen un impacto ambiental considerable, por la alteración del paisaje que suponen.
R. Toda forma de almacenar energía tiene un impacto. La cuestión es maximizar beneficios y minimizar costes. Una planta hidroeléctrica tiene el coste de ocupar el territorio, el viento tiene impacto visual. ¿Cuál es la alternativa? Las centrales convencionales. Hay que optar y tener un equilibrio. No hay una receta mágica, no hay una solución, sino una combinación de ellas. En Estados Unidos hay parques descomunales, en medio del desierto, que producen 300 y 400 megavatios. El mundo necesita equilibrio, y las renovables son un componente esencial de este equilibrio, y del desarrollo armónico y sostenible. Los problemas de la economía mundial son consecuencia de grandes desequilibrios: entre ricos y pobres, desequilibrios sociales, geográficos...
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