Portaceli: "Una decisión lógica y civilizada"

A Manuel Portaceli, el arquitecto que diseñó la rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto junto a Giorgio Grassi, la noticia del dictamen de la comisión interdisciplinar en favor de la conservación de su intervención le pilló ayer en Madrid. No por ello dejó de alegrarse por una decisión que considera "civilizada" porque "se esté de acuerdo o no con la obra, estamos hablando de un espacio cultural de uso ciudadano". Portaceli considera que invertir dinero público en "la destrucción de un bien de uso público" sería "algo muy grave", por lo que cree "lógica" la decisión de la Generalitat de pedir que no se ejecute la sentencia que ordena la reversión.

En el mismo sentido se pronunció Ferran Bono. El diputado del PSOE por Valencia afirmó que "el sentido común y la cordura se han impuesto". Bono recuerda "los 17 años de manipulación y polémica por parte del PP" en ese asunto y resalta que, a partir de ahora, hay que "finalizar la obra y dar uso al monumento". El diputado valenciano insta a la Generalitat a "trabajar para recuperar y poner en valor el magnífico patrimonio histórico saguntino".

Marco Molines seguirá hasta que se ejecute la sentencia

En los antípodas de las opiniones de Portaceli y Bono se encontraba el punto de vista de uno de los actores principales de esta larga polémica, el abogado Juan Marco Molines, quien interpuso el recurso sobre la intervención de Grassi y Portaceli que abrió la vía judicial. Marco Molines cree que el dictamen de la comisión es "un desvarío más" en la actuación de la Generalitat y anuncia que seguirá "punto por punto lo que la ley marca hasta que la sentencia se ejecute". Molines emplazó a "todos esos expertos" a que "lean la sentencia y la ley para acabar con este circo". En su opinión, todo el problema surge de la negativa de Francisco Camps a reunirse con él, lo que "habría evitado la ignorancia y el desconcierto". Este extremo lo negó ayer la directora general de Patrimonio, Paz Olmos, cuando reveló que había llamado "varias veces" a Marco Molines para reunirse con él para llegar a una solución negociada. "Es mentira; no me han llamado ninguna vez", replicó el abogado antes de concluir que "lo lógico es que hubieran sido consecuentes y cumplieran con lo que fue una promesa electoral del Partido Popular".