Ginés Jiménez: "Hacer inspecciones en los locales era mi obligación"

Unas tres horas y media. Es el tiempo que empleó para su declaración en la Jefatura Superior de Policía de Madrid el oficial jefe de la Policía Local de Coslada (83.200 habitantes), Ginés Jiménez Buendía, detenido el pasado jueves por dirigir, supuestamente, una de las mayores tramas de corrupción policial de España. Pero no dijo nada. Al menos los policías que le arrestaron no sacaron nada en claro. Según fuentes de la investigación, el conocido como sheriff de Coslada se cerró en banda y negó uno por uno los delitos de los que se le acusa: coacciones, amenazas, extorsión y lesiones, entre otros muchos.

Desde que Ginés Jiménez fue detenido hace cuatro días, se ha mantenido frío y calculador. Ha colaborado sólo lo imprescindible con los investigadores. Y ayer mantuvo esa actitud. El interrogatorio comenzó alrededor de las cinco de la tarde en las dependencias de la Brigada de Policía Judicial, en Madrid. Los responsables del Grupo XVI, de lucha contra Organizaciones Criminales de Antiguos Países del Este (OCAPE), repasaron uno a uno y minuciosamente los hechos que le inculpan. Las pesquisas, que han durado dos meses y han sacado a la luz el entramado de corrupción policial, revelan cerca de una decena de delitos, según fuentes de la investigación.

"Hacer inspecciones en los locales era mi obligación", llegó a decir Ginés Jiménez para exculparse de los delitos de coacciones, extorsión y amenazas a dueños de bares de copas y comercios de su ciudad.Ginés Jiménez también negó que mandara a sus policías del turno de noche a cobrar a los empresarios de hostelería o que éstos abusaran sexualmente de mujeres en los prostíbulos de la localidad o de los alrededores. Estos agentes formaban lo que se llamaba El Bloque, un grupo de 18 funcionarios integrantes de las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid (Bescam) recién salidos de la Academia Regional de Policía. Están acusados de ser la guardia pretoriana de Ginés Jiménez y actuar a sus órdenes dentro del entramado mafioso. "No sé nada de lo que estaban haciendo mis policías de la noche", llegó a decir, sin que le temblara la voz.

En las tres horas y media de declaración, no dejó de hacer "bastante teatro", según fuentes de la investigación. Mantuvo en todo momento que era muy bueno y que son "mentira" todas las imputaciones que hay contra él. Llegó a decir que no sabía nada de la existencia del Bloque. "No entiendo nada de lo que me están preguntando", afirmó en varias ocasiones ante los policías que le interrogaban.

Cuando fue preguntado por los otros dos agentes que dirigen la supuesta trama mafiosa, un policía llamado Carlos y su ex conductor personal, apellidado Saramago, negó su vinculación a la red. "Ellos tienen su vida y yo no me meto en ella", concluyó el jefe de la Policía Local. De la misma manera, rechazó que fuera autor o que hubiera ordenado agredir a vecinos de la localidad. "En absoluto. Eso es mentira", añadió para reforzar su inocencia. También afirmó que durante el tiempo que ha estado al frente de la Policía Local (desde 1986) se ha limitado a cumplir sus funciones, siempre dentro de la ley.

Esta declaración contrasta con la de otros agentes que estaban a su cargo que sí han reconocido los hechos por los que hansido detenidos, en especial de los siete policías que quedaron en libertad con cargos el pasado viernes. Fuentes de la investigación aseguraron que el resto se ha inculpado entre ellos.

Jiménez pasará hoy a disposición judicial junto con otros 16 agentes, incluido Carlos, su supuesta mano derecha dentro de la organización. El que se entregó ayer a las siete de la tarde fue el presunto tercer dirigente del entramado mafioso. Se trata del antiguo conductor del jefe de la Policía Local, Saramago, que estaba fugado. La policía tenía previsto cursar una orden de búsqueda y captura contra él, ya que no estaba en ninguna de las direcciones que de él tenía el Ayuntamiento de Coslada.

Saramago aseguró, según fuentes de la investigación, que se enteró por los medios de comunicación de que la policía estaba tras él. Por eso, se presentó personalmente en la Jefatura Superior de Policía.

Uno de los siete agentes que fue puesto en libertad con cargos el pasado viernes tras prestar declaración fue detenido ayer de nuevo, tras ser avisado a través de su abogado. Los interrogatorios y las denuncias recibidas por la policía en los últimos días le incriminan de delitos más graves.

Estos arrestos se suman a los dos efectuados el pasado viernes. Son dos agentes de las Policías Locales de Arganda del Rey y de Loeches. Ambos residen en Coslada y habían pedido su pase a la plantilla de este municipio a través de una comisión de servicios. Las peticiones estaban siendo tramitada, por lo que aún no hay ninguna resolución. Ambos rondan los 25 años.

El agente de Arganda trabaja en el turno de noche. Ingresó en el cuerpo hace un año y medio, tiempo en el que no ha causado problemas. Fuentes de la investigación aclararon que la presunta trama de corrupción policial no se extiende, en ningún caso, a Arganda o a Loeches.

Los 17 detenidos, con Ginés Jiménez a la cabeza, pasarán hoy a disposición del juzgado de guardia de Coslada. En el caso de Saramago y el agente detenido ayer tras ser puesto en libertad, será un juzgado de plaza de Castilla el que decrete su ingreso en prisión o su puesta en libertad, ya que los arrestos se produjeron en Madrid.

La Jefatura Superior de Policía ha pedido a los vecinos de Coslada que denuncien las irregularidades y abusos que hayan sufrido, ya que los agentes investigarán todos los casos.