Camps presume de su política sin explicar el contrato de inmigración

La inmigración logró ayer un puesto central en el debate político de las Cortes Valencianas. El interés de la oposición por conocer en qué consiste el contrato de integración para los inmigrantes -que el Consell ha anunciado que tiene intención de implantar en una futura ley de Inmigración- fue el detonante.

"La Comunidad es líder en Europa en integración", dice el jefe del Consell

Luna: "El contrato es inútil y solo sirve para generar burocracia"

Y Camps, que maneja con eficacia el discurso dirigido a los medios audiovisuales, salió dispuesto a acogotar a la oposición con un aluvión de datos engrasados con filosofía de lucha contra la discriminación y la xenofobia. Pero sin explicar el alcance del motivo de la sesión de control: el polémico contrato de integración planteado por el Consell, que ya han rechazado, entre otros, la presidenta de Madrid, Esperanza Aguirre, y la Conferencia Episcopal.

Así, el hemiciclo se enteró por boca de Camps de que la Comunidad Valenciana es "líder en Europa en integración, tanto por inversiones como por propuestas". Y que la Generalitat "invierte cerca de 1.330 millones de euros al año en políticas de atención a la población extranjera". Y que en educación al colectivo inmigrante se gastan 472 millones anuales, y en sanidad, 817 millones. Y que el Consell, además, es dialogante y quiere consensuar la futura ley de Inmigración, que recogerá el contrato de integración, con todos. Pero ni una palabra del contenido del polémico contrato.

Aún así, otros hubiesen tenido que recogerse la quijada ante el aluvión de datos, pero la oposición, ya se sabe, es de natural descreída. "Le veo imbuido del espíritu de soflama [del acto del PP celebrado el miércoles en Orihuela en favor del trasvase del Ebro]. Usted ha hecho un relato del borrador del índice de la ley, pero no me ha hablado de nada concreto", argumentó el portavoz socialista, Ángel Luna.

El diputado socialista, además, para acabar de mosquear al Consell en general, y al consejero de Inmigración, Rafael Blasco, en particular, dijo: "El contrato de integración es inútil y solo sirve para generar burocracia y molestia a los inmigrantes". Y luego recriminó al Gobierno valenciano que ni siquiera haya evaluado el anterior Plan Valenciano de Inmigración y que busque el enfrentamiento con el Ejecutivo que preside José Luis Rodríguez Zapatero. "El problema es que siempre recurren a machacar a los más débiles".

Con esta intervención de los socialistas, Camps decidió sustituir el florete por la porra. Y acusó a Luna de llamar "engendro" la política de inmigración del Consell y de ignorar "la realidad de verdad". Y para acabar Camps le dio un golpe de gracia a Luna negando su capacidad como interlocutor del PSPV para negociar con el PP.

Tras el turno de Luna, le tocó a la portavoz de Compromís, Mónica Oltra, que también interrogó a Camps sobre el contenido del contrato para inmigrantes. Pero que recibió una contestación similar a la de Luna.

Oltra criticó al Consell por no evaluar el cumplimiento del Plan Valenciano de Inmigración 2005-07. Luego explicó que desde 2002 la actividad normativa del Consell en materia de inmigración se ha traducido en 89 iniciativas, de las cuales 50 son becas, subvenciones, premios y concursos, 16 son nombramientos y ceses de personal, 12 eran de modificación de los órganos de participación y 9 asistencias técnicas. La portavoz de Compromís cargó contra el contrato de integración que propone Camps. "Un contrato que diferencia y estigmatiza", dijo Oltra, que se preguntó si más adelante vendrán las estrellas amarillas en las solapas.