La Junta Militar acepta la ayuda de Occidente
El régimen mantiene el referéndum constitucional previsto para el día 10
La Junta Militar que gobierna Myanmar (antigua Birmania) y mantiene el país prácticamente aislado del mundo aceptó ayer el apoyo de la ONU para ayudar a los cientos de miles de personas que se han quedado sin hogar, sin comida y sin agua potable a causa del ciclón. "Naciones Unidas va a preparar y a enviar lo antes posible toda la asistencia que pueda", declaró en Bangkok el portavoz del Programa Mundial de Alimentos, Paul Risley.
Estados Unidos y la Unión Europea manifestaron su disposición a ayudar al pueblo birmano en estos trágicos momentos, pero anoche no parecía que la Junta estuviera dispuesta a abrirse a la colaboración con los principales críticos de su política. Sin embargo, India, que mantiene unas excelentes relaciones con su vecino, anunció el envío inmediato de dos buques cargados de material sanitario, alimentos, tiendas y productos de primera necesidad.
Risley fue muy cauto al comentar la decisión birmana de recibir ayuda internacional. "Es una tenue luz verde", indicó. Elisabeth Byrs, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, señaló que "no existe una petición formal" de ayuda, aunque se ha informado de que la aceptan.
A instancias de Estados Unidos y la Unión Europea, la ONU lleva años tratando de lograr la liberación de la premio Nobel de la Paz y líder opositora Aung San Suu Kyi, y de impulsar la democratización del régimen y el respeto a los derechos humanos. No lo ha conseguido, y la llamada revolución azafrán, por el color de los hábitos de los monjes que se manifestaron en septiembre pasado contra la carestía de la vida y a favor de la democracia, sólo ha servido para cerrar más el puño con que los militares ahogan a los 53 millones de birmanos.
La Liga Nacional para la Democracia (LND), que encabeza Aung San Suu Kyi, criticó anoche el anuncio de la Junta de proseguir con el plan de celebrar el próximo día 10 un referéndum constitucional. "Bajo estas circunstancias no se debe celebrar la consulta. Es absolutamente inapropiado", declaró el portavoz de la LND, Nyan Win, a la agencia Reuters.
Aung San Suu Kyi, de 62 años, recluida en la cárcel o bajo arresto domiciliario durante más de 13 años de los 20 que lleva en el país desde que volvió a atender a su madre enferma, pidió el no para el referéndum por considerar que el proyecto de Constitución no garantiza la democracia y deja demasiado poder a los militares.
Un portavoz de la Junta, que al igual que el Gobierno reside desde el año pasado en la nueva capital, Naypyitaw, 400 kilómetros al norte de Yangon, la antigua capital, señaló que el "pueblo está deseando acudir a votar" el sábado para poner en marcha la hoja de ruta que llevará al país hacia la democracia y a elecciones pluripartidistas en 2010. De esas elecciones está excluida la LND, que ganó los comicios en 1990 por amplia mayoría. Los militares no reconocieron esa victoria.
La Asociación de Naciones del Sureste Asiático, único foro internacional al que pertenece Myanmar, que ingresó en 1997, hizo un llamamiento a los restantes nueve miembros para que acudan en auxilio de los damnificados birmanos.
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