El Euríbor sube al 4,82%, el nivel más alto en ocho años

El Euríbor no da tregua. El indicador, que marca en general los intereses de las hipotecas en España, registra en abril su nivel más alto desde diciembre de 2000: el 4,82%. Quienes revisen su préstamo hipotecario este mes verán incrementadas sus facturas mensuales en 50 euros para la hipoteca media. Los que firmaron préstamos a muy largo plazo, tienen un panorama incluso más desalentador. Las mensualidades de hipotecas a 50 años crecerán un 9,2%.

Ya se veía venir, después de un mes en el que el indicador diario no dejaba de batir máximos. Los pronósticos que anunciaban bajadas del Euríbor hace unos meses no llegan a cumplirse, pese a que al iniciarse el año los sustos para la cartera eran cada vez menores. Sin embargo, los bancos siguen sin confiar en la existencia de liquidez. El Euríbor es el interés al que las entidades se prestan entre sí. Desde su creación en 1999, el nivel más bajo que ha registrado es el 2,01% de junio de 2003. El récord sigue imbatible en el 5,24% del verano de 2000. Después de incrementos incesantes desde 2005, parecía atisbarse una caída. Pero con los tipos del Banco Central Europeo congelados en el 4%, en un intento del organismo de atajar los altos precios, los bancos no aflojan.

El índice fijado en el 4,82% en abril se traduce en cuotas más altas para las familias. Los hipotecados a 20 años pagarán casi un 5% más cada mes. Un 6,7% los que paguen su casa en 30 años y un 9,2% los que lo hagan en medio siglo. Para una hipoteca media, es decir, de 150.000 euros a 25 años y con un interés del Euríbor más 0,5%, este aumento se corresponde a 50 euros más al mes. Con el plazo de amortización en 50 años, las facturas suben hasta los 60 euros extra mensuales y los más de 720 euros al año, ya que el efecto de los intereses es más acentuado cuanto mayor es el plazo de devolución.

El ministro de Economía, Pedro Solbes, es optimista. Explicó ayer que la evolución del indicador tiene mucho que ver con la confianza en la liquidez y aseguró que espera una reducción de la diferencia con los tipos del Banco Central Europeo en la medida en que se vayan abriendo los mercados y la liquidez fluya "con mayor facilidad".