Puntualización
Como consumidora de audiovisuales varios, quiero hacer algunas puntualizaciones a la carta de Ángeles González-Sinde. En primer lugar, los videoclubes y las tiendas de discos están en declive por distintos factores. La gente dejó de acudir cuando llegó la televisión por satélite. En cuanto a los discos, yo compro la mayoría por Internet, y mucha gente baja las canciones en formato digital pagando, o sea, todo ello de forma absolutamente legal. No mezclemos churras con merinas, y, si quiere, culpe a los nuevos formatos.
Las tiendas de discos no han apostado por una modernización -yo he vivido en Alemania y puedes escuchar los discos antes de comprarlos, ¿dónde se ve esto aquí?-, sino más bien por poner precios desorbitados, con la obtusa idea de que ya que vendemos poco, al menos sacar el máximo dinero posible.
Yo no podría vivir sin música, me gusta tener los CD con su carátula y sus letras, pero ya estoy harta de que me saquen más de 20 euros -3.300 pesetas, no lo olvidemos- por un CD que vale unos céntimos.
Y, honestamente, las discográficas, apostando por triunfitos e ignorando a los auténticos pero menos mediáticos artistas, no me dan pena.
¿Que la gente comparte música? Bueno, toda la vida nos hemos pasado los libros ya leídos, y ni se nos criminaliza por ello ni cada semana usted publica sobre ello una carta en el periódico. Ya está bien de demagogia.
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