El PSPV pide integración frente a las aulas retén

Los socialistas presentaron ayer en las Cortes un severo repaso del decreto de derechos y deberes del alumnado en todos los centros sostenidos con fondos públicos que establece las aulas retén y sentenciaron que la fórmula impuesta por el Consell el pasado 4 de abril para intentar paliar los problemas de convivencia en las aulas se limita a instituir "las aulas de castigo, el cuarto negro de la educación"; apunta hacia una política "disgregadora"; y carece de memoria económica.

Adolf Sanmartín, portavoz de Educación, explicó que el decreto aprobado por el Consell instituye dos tipos de aulas, "las unidades específicas" dirigidas a alumnos que sufren trastornos temporales o discontinuos de personalidad y las denominadas "aulas de convivencia", las aulas retén, donde se "aparcan" los alumnos que muestran conductas "disruptivas", como llegar tarde a clase o usar el teléfono móvil. "Las aulas de convivencia son como aquellas aulas de castigo en las que el último interino se encargaba de los expulsados", dijo Sanmartín, "una práctica nefasta".

Los socialistas anunciaron una proposición no de ley que plantea sustituir las aulas retén por "unidades de control especializadas, formadas por equipos multidisciplinares" encargados del tratamiento individualizado de los alumnos con trastornos, el impulso de aulas taller, o la modificación del decreto de admisión de alumnos para evitar cargar todos los inmigrantes en la escuela pública.

Sanmartín expresó el acuerdo de los socialistas con dos aspectos del decreto, que los profesores sean reconocidos como "autoridad pública" y la "inmediatez" en la aplicación de las medidas correctoras.