El PSE busca ya apoyos para echar a ANV de la alcaldía de Mondragón

El PSE-EE y el PNV no quieren regalar más éxitos a la alcaldesa de ANV en Mondragón, Inocencia Galparsoro, tras el fracaso el jueves pasado de la moción "ética" contra la regidora abertzale, gracias a la abstención de los concejales de EB, PP y EA, y a al rechazo de los ediles de Zutik, Aralar y ANV. El líder de los socialistas vascos, Patxi López, pasó ayer a la acción y trazó de nuevo la línea que, a su juicio, debe separar en la sociedad vasca a los demócratas de los violentos.

Y eso hoy en día tiene en Euskadi un nombre: moción de censura en Mondragón. La cuenta atrás para ella ha comenzado.

El PNV no tiene ninguna duda de que hay que impulsar ya esa iniciativa. A ser posible, basada en un acuerdo previo para destituir de su cargo a Galparsoro y evitar un "nuevo fracaso", según confirmaron ayer fuentes de la formación que preside Iñigo Urkullu.

La moción de censura para desbancar a la "indigna alcaldesa de Mondragón" ha echado a andar. López anunció que desde ayer mismo el PSE está embarcado en el objetivo de recabar los apoyos que requiere la iniciativa. Pero hay que reunir once votos para desbancar a Galparsoro, misión casi imposible. Socialistas y peneuvistas son conscientes de que la moción de censura está prácticamente condenada al fracaso, salvo sorpresas en el grupo de EB-Zutik, pero ambas formaciones quieren que los "partidos se retraten", en palabras de López.

Ayer fue el día de las explicaciones de lo ocurrido la víspera en Mondragón. Y los tres partidos que optaron por la abstención en el pleno del jueves se escudaron en sus argumentos -muchos preferían ayer hablar abiertamente de meras "excusas en los pasillos de la Cámara vasca- para dibujar el cuadro sombrío del episodio. La formación que dirige Javier Madrazo se escudó en los estatuto de EB para reiterar que "no ha lugar a sanciones" a sus dos ediles díscolos, que optaron por no apoyar la moción y refugiarse en la abstención. La dirección de la formación de izquierdas se ha mostrado incapaz de convencer a sus concejales para apoyar la moción. Y en privado no ven una salida digna, salvo que la moción se retrase hasta que la Asamblea General de EB de mayo-junio dé luz verde a la modificación estatutaria que permita a la dirección imponer este tipo de decisiones a sus organizaciones municipales.

El PP hizo hasta dos explicaciones. En vivo y en directo, la presidenta del PP, María San Gil, respaldó orgullosa la actuación de su concejala en el municipio guipuzcoano, Iciar Lamarain, por su papel en la defensa de "la dignidad, la libertad y la democracia". Y al igual que hizo el día del pleno, Lamarain, presente ayer en la Cámara vasca, cargó contra los socialistas, a los que acusó de protagonizar un "teatro dirigido a lavar las vergüenzas" con esa moción. Eso sí, mostró toda su disposición a firmar "un papel en blanco" para desplazar a ANV de la alcaldía, en alusión a la censura. Por si alguien tenía alguna duda, el PP emitió después una nota de prensa para subrayar lo "estéril" de la iniciativa del jueves. Sin embargo, el PP sí votó ayer a favor de la misma moción en Hernani.

Finalmente, EA dijo lo que viene subrayando para argumentar su abstención: sin "consenso amplio" no pondrá el sí en ninguna iniciativa de censura en Mondragón.

Frente a esa cacofonía de explicaciones, López antepuso el discurso de los principios. "Ya no caben medias tintas. Sólo cabe estar a la altura de las circunstancias y recuperar la dignidad democrática que nos exige la sociedad y que ayer [por el jueves] no supimos dar: O se está con la moción de censura, y por lo tanto con los principios democráticos y con la pedagogía democrática que necesita el país, o se estará buscando justificación de la violencia". De nuevo, la línea que divide a los democrátas de los violentos, el discurso que todos los partidos, salvo HB, mantuvieron en la etapa del Pacto de Ajuria Enea.