El colchón del crudo
Argelia espera crecer un 8% este año gracias a los hidrocarburos
La tercera economía de África ha sabido aprovechar el tirón del petróleo para impulsar uno de los mejores momentos económicos de su historia reciente. Los datos más alentadores hablan de un crecimiento del 8% para este año después de elevar su PIB un 4,6% el curso pasado y una media de un 5,5% en la última década. Los elevados excedentes del petróleo le han permitido configurar un alentador panorama macroeconómico, aumentando sus exportaciones y reduciendo su deuda externa por debajo del 10% del PIB, hasta los 5.000 millones de dólares en 2006.
Con un barril de petróleo que este año ha superado los 100 dólares de media, Argelia ha podido además pagar sus deudas con organismos internacionales como el Club de París o el Club de Londres. El petróleo representa el 60% de los ingresos del presupuesto argelino, significa el 30% del PIB y más del 95% de los ingresos por exportaciones. Como uno de los miembros históricos de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), Argelia tiene las séptimas reservas de crudo más grandes del mundo y las octavas de gas.
El desempleo, según datos oficiales, llegó al 14% de la población en 2007, pero otros organismos independientes elevan esa cifra hasta el 24%
El país ha aumentado sus exportaciones y ha reducido su deuda externa por debajo del 10% del PIB, hasta los 5.000 millones de dólares
Excesiva dependencia
No obstante, el gran éxito de uno de los 15 mayores exportadores de crudo del mundo es también su mayor handicap. Los analistas y expertos extranjeros advierten que su excesiva dependencia del crudo impide el avance de las reformas que diversifiquen la economía y paraliza la necesaria apertura comercial de las empresas públicas y de los principales sectores productivos. Una de las grandes preocupaciones es la escasa ocupación que genera el sector de los hidrocarburos, a diferencia de los sectores servicios y agrícola, menos desarrollados.
Los datos oficiales indican que el desempleo llegó al 14% de la población en 2007, casi diez puntos menos que el balance del año 2003. El ministro de Trabajo, Tayeb Louh, ha señalado que el objetivo gubernamental es rebajar a un dígito el paro durante el próximo curso. No obstante, otros organismos independientes, como Ecotechnics, difieren de los números oficiales y elevan esta cifra hasta el 24%, principalmente por importantes bolsas de empleo informal. El paro es clave para elevar el nivel de vida de un país con un 25% de personas viviendo bajo la línea de la pobreza.
Otro de los temas pendientes en Argelia es el acceso a los mercados locales de las inversiones extranjeras. Datos oficiales indican que Argelia posee un stock de inversión extranjera directa de 6.400 millones de dólares, sólo un 10% del valor de las exportaciones y muy lejos de los 120.000 millones que representa el PIB anual. Estas barreras se producen por una legislación que no termina de realizar las reformas estructurales para la llegada de capital foráneo y unas privatizaciones que están en marcha, pero que no se completan definitivamente.
Presencia española
En este sentido, las posibilidades de España son importantes. Nuestro país es el cuarto socio comercial de Argelia, destino del 9,7% de sus exportaciones y proveedor del 5,9% de sus importaciones. El problema es que los capitales españoles siguen esperando su oportunidad en el país magrebí. En estos momentos, Repsol y Gas Natural tienen inversiones en esta economía, pero otros sectores productivos clave, como telefonía, banca e infraestructuras, siguen sin actores españoles.
El Gobierno español ha fijado Argelia como una de las plazas prioritarias del comercio exterior. De los cientos de oficinas comerciales en el exterior, el Instituto de Comercio Exterior tiene sólo nueve Centros de Negocios y sólo uno en África, precisamente en Argel, por sus enormes posibilidades de crecimiento y de negocios.
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