Rin salvaje, Rin domesticado
Los alrededores de Basilea descubren los secretos del gran río
Hasta Basilea (Suiza), el Rin es un curso violento de agua que desciende más de 3.000 metros de altura en un tramo menor de 500 kilómetros, con notables rápidos y cataratas, como las de Schaffhausen, que Goethe identificó como las fuentes del océano.
Pero desde Basilea en adelante, el río discurre mansamente otros 880 kilómetros, salvando un desnivel, hasta el mar, de tan sólo unos 350 metros. Esta escasa pendiente permite que el curso de agua sea navegable para embarcaciones de cierta importancia.
Desde el mar del Norte, donde desemboca el Rin, hasta Basilea -la ciudad poseedora de los mejores museos y las mayores fábricas químicas de Suiza-, el cauce del Rin se considera territorio de aguas internacionales. Basilea es, pues, la salida al mar del país alpino.
Tres países, Suiza, Francia y Alemania, en los que la corriente se entrecruza. Y un mirador privilegiado: el puente de los Tres Países. Un paseo en bici de 30 kilómetros que ayuda a entender el trasiego fluvial.
Nada más dejar la urbe, el río se adentra en un valle más amplio, que hasta el siglo XVIII estaba cubierto por meandros y marjales; pero las labores de canalización para conseguir terrenos de cultivo fueron dejando un cauce cada vez más estrecho. En los últimos siglos, el trazado fluvial se hizo más recto; la corriente incrementó su velocidad, aumentó la erosión, y frente a la localidad alemana de Istein afloraron unos peligrosos rápidos con rocas absolutamente dañinas para la navegación: la Barra de Istein. En el XIX, los barcos dejaron de llegar a Basilea.
Los problemas de la navegabilidad se solventaron en el inicio del siglo XX. Al finalizar la I Guerra Mundial se concedieron a Francia los derechos para explotar los recursos del río y se abordó la construcción del canal de Alsacia, destinado a ordenar el tráfico fluvial y al aprovechamiento hidroeléctrico de la corriente.
1 Pasarela peatonal
A unos tres kilómetros al norte del límite de la ciudad suiza, entre Village Neuf (Francia) y Weil am Rhein (Alemania), el Rin se divide en dos brazos: uno canalizado, el canal de Alsacia, y el otro natural, el llamado Rin salvaje. Una gran presa regula el flujo del agua por ambos lados. Es interesante realizar un recorrido para conocer ambos espacios. Para disfrutarlos mejor, proponemos un viaje en bici de unos 30 kilómetros.
El puente de los Tres Países, inaugurado en 2007, se encuentra en el punto donde confluyen Alemania, Suiza y Francia. Con unos 250 metros de largo, es la mayor estructura del mundo dedicada a paso peatonal y ciclista; es también un excelente mirador. Al sur se divisan los suburbios de Basilea y San Luis, repletos de fábricas, en torno a un cauce calmado que surcan largas embarcaciones cargadas de contenedores.
2 Canal de Huningue
Desde el puente, en el lado francés, avanzamos unos 400 metros hacia el sur y hallamos la embocadura del canal de Huningue, una obra de 1828 destinada a enlazar el Rin con el Ródano.
En el inicio del canal hay un agradable parque donde se pueden practicar deportes de canotaje; luego, la vía de agua avanza, rectilínea, por la planicie, en medio de campos de cultivo.
Una excelente pista para peatones y ciclistas discurre al lado de la corriente, por la que aparecen frecuentemente diversas anátidas.
3 Pequeña Camarga Alsaciana
Pasados unos kilómetros, el viajero descubrirá al lado de la pista un observatorio de aves. Esto es ya territorio de la reserva natural de la Pequeña Camarga Alsaciana. Se accede al núcleo del parque desviándose hacia el oeste, frente a la esclusa número dos del canal, donde se halla una pequeña área de servicio con un cartel explicativo.
En el inicio de la carretera que desde allí conduce a Saint Louis la Chaussée sale un sendero por el que se accede al corazón de la reserva. Ésta fue creada en 1982 para proteger lo poco que quedaba de la antigua jungla renana, en torno a la primera piscifactoría existente en Europa, originaria de 1860. El parque está integrado por un conjunto de zonas de marjal, pastizales, lagunas y bosques donde pervive una variada fauna. Se catalogan aquí 237 vertebrados: 12 peces, 16 anfibios, 5 reptiles, 30 mamíferos y -sobre todo- 174 especies de aves.
4 Canal de Alsacia
De retorno a la pista del canal de Huningue, tras pasar frente a Rosenau, seguiremos avanzando hacia el norte, hasta la esclusa cuatro, en Kembs-Loechlè. Allí se toma la carretera en dirección este, para acceder al entorno de la explotación hidroeléctrica y las esclusas del canal de Alsacia.
El canal, de 52 kilómetros, tiene una anchura mínima de unos 100 metros y 10 metros de profundidad media. En su curso hay tres esclusas que permiten superar los desniveles y favorecer la navegabilidad.
En Kembs está la primera esclusa y una inmensa central hidroeléctrica, obras de 1928. Nuestro recorrido discurre sobre este complejo, en el que merece la pena detenerse para contemplar cómo los barcos pasan por las gigantescas esclusas que permiten superar un desnivel de 12 metros.
5 La Barra de Istein
Pasado el complejo de Kembs entramos en la "isla" existente entre el canal de Alsacia y el Rin salvaje. Un cartel, a la salida de las esclusas, nos servirá para orientarnos y llegar hasta la orilla oeste del río por senderos ásperos, pero practicables en bici la mayor parte del año.
Uno de los lugares más atractivos de esta zona es el entorno de los rápidos de la Barra de Istein. Por aquí la corriente despliega el encanto de lo natural, con sus aguas relativamente transparentes y las acumulaciones de cantos rodados, donde antaño se producía el desove de los salmones, que ahora están reintroduciéndose artificialmente.
El bosque de ribera es denso y agradable. A la orilla de la corriente, una vía empedrada nos conduce en dirección sur hasta la presa de inicio del canal de Alsacia, por la que cruzaremos para entrar en el lado oriental del río. Continuaremos unos tres kilómetros por esta parte del cauce, que es territorio alemán, hasta llegar al puente que une Weil am Rhein y Village Neuf, por el que retornaremos de nuevo hacia el lado francés.
6 Village Neuf
Cruzado el puente, podemos tomar dirección hacia el sur, hacia Huningue, para retornar al punto de partida, el puente de los Tres Países. Se halla a apenas un kilómetro.
Pero otra alternativa es dirigirnos hacia el norte, en dirección a Village Neuf, donde podremos reposar un rato a la orilla del Rin, contemplando el ir y venir de las embarcaciones y el solemne paseo de los cisnes, para después darnos un buen homenaje culinario. En esta pequeña población hay algo más de media docena de restaurantes a los que llegan tradicionalmente las gentes de Basilea y su entorno atraídas por una buena cocina. La especialidad, los espárragos. Village Neuf, cuyos campesinos surtían de verduras el mercado de la ciudad suiza, es la capital del espárrago y tiene una famosa cofradía dedicada a tal emblema: la Confrérie des Asperges.
GUÍA PRÁCTICA
Cómo llegar
- Easyjet (www.easyjet.com) vuela directo a Basilea desde Madrid, Barcelona, Málaga, Alicante y Mallorca. Ida y vuelta desde Madrid, a partir de 55 euros, precio final.
- Swiss (www.swiss.com; 901 11 67 12) vuela directo a Basilea desde Barcelona. Ida y vuelta, a partir de 83,79 euros, tasas y gastos incluidos.
Visitas
- Basler Personenschifffahrt (www.bpg.ch; 00 41 612 61 75 50) ofrece paseos en barco por el Rin desde Basilea. Existen muchas opciones, por ejemplo, paseos de seis horas (que pasan por las esclusas) o de hora y media. Precios de ida y vuelta, entre 6,30 y 34 euros, según la ruta. Hay salidas con actividades como brunch, música jazz o cena. Por ejemplo, tres horas con cena cuestan unos 40 euros por persona.
Información
- Oficina de turismo de Basilea (www.basel.com; 00 41 612 68 68 68).
- Oficina de turismo de Weil am Rhein (www.weil-am-rhein.de; 00 49 762 14 22 04 40).
- Village Neuf (www.mairie-village-neuf.fr).
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