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LA CALLE | De noche
Columna
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Algo auténtico

Lluís Pellicer

Para esta noche, un legendario. Uno de los pocos que tiene el privilegio de ser testigo de todo cuanto ha sucedido en Barcelona en los dos últimos siglos. Y más aún, del Raval, donde la piqueta y las ordenanzas han ido cerrando ilustres locales. El Café Marsella es uno de esos bares a los que uno va expresamente; por dos razones: por el placer de ir a un local original y legendario y, segundo, porque en escasas ocasiones hay espacio para sentarse. Casi siempre está a tope.

De él dicen que es el bar más antiguo de Barcelona. Y de momento, nadie se ha quejado de que se apropie esta etiqueta. Se fundó en 1820. El local es conocido por servir absenta, la bebida por antonomasia de la gente bohemia. Pero no es este brebaje el que lo convierte en un lugar casi nostálgico, sino su aspecto tabernero con un mosaico descolorido, muebles viejos, espejos con ilustraciones que recuerdan a la mujer prerrafaelita... Se habla de numerosos personajes famosos que acudían a él. De George Orwell a Salvador Seguí. En este ambiente, casi de postal, es fácil imaginárselos allí sentados.

Para ir al Marsella es recomendable llegar alrededor de medianoche. En cualquier caso, antes de la una de la madrugada. Si no, es imposible encontrar una mesa. La parroquia es muy variada, pero en los últimos tiempos se ha convertido en uno de los lugares más codiciados por los estudiantes de intercambio de Barcelona. Un viernes puede estar el bar lleno de estudiantes con beca Erasmus, que luego buscan alguna discoteca cerca.

Pero en el Marsella tiene cabida un público extraordinariamente amplio. Conviven con los Erasmus los clientes más modernillos, atraídos por el ambiente antiguo y nostálgico de bar. Y no es nada raro ver, además, al turista que espera con impaciencia su vaso de absenta y que trata de liar de forma algo torpe un cigarrillo. No es que sea bohemio. Qué va. Lo delata la guía Trotamundos que tiene al lado del cenicero.

- Lo más: Es uno de los mejores bares de Barcelona. Su autenticidad lo avala.

- Lo menos: Esta siempre muy concurrido.

- Dirección: Café Marsella. Sant Pau, 65. Barcelona.

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Nacional de EL PAÍS. Antes fue jefe de Economía, corresponsal en Bruselas y redactor en Barcelona. Ha cubierto la crisis inmobiliaria de 2008, las reuniones del BCE y las cumbres del FMI. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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