El tripartito elude respaldar las mociones de censura contra ANV

El Gobierno tripartito no se pronuncia sobre las mociones de censura contra los alcaldes de ANV. Su portavoz, Miren Azkarate, evitó ayer dar una respuesta corporativa en nombre del Ejecutivo en torno a ellas. Azkarate consideró la cuestión como "un vergel ajeno" a él. El asunto de las mociones de censura "no es de su competencia", dijo Azkarate, para evitar emitir una opinión favorable o contraria a la iniciativa, a diferencia de lo que hizo hace quince días, cuando respaldó la negativa inicial del PNV en Mondragón y culpó a los socialistas de la existencia de alcaldes de la formación abertzale.

Las diferentes posturas entre los socios del Gobierno en torno a las mociones de censura, añadidas a las que ya se produjeron en el seno del propio PNV, ahondan aún más la imposibilidad del Ejecutivo de emitir un juicio institucional sobre el tema que en estos momentos acapara la atención política en Euskadi y que se ha revelado como clave en las relaciones políticas.

La portavoz no cree que las diferencias entre el PNV, comprometido con el PSE en promover y apoyar las mociones de censura en todos los ayuntamientos de ANV, y Eusko Alkartasuna, cuya ejecutiva oficializó el lunes su decisión de no hacerlo salvo en Mondragón, vayan a crear problemas dentro del Gobierno.

A diferencia de lo ocurrido en el tripartito de 1990, cuando EA fue expulsada del Gobierno por el PNV por presentar en dos ayuntamientos unas mociones en favor del derecho de autodeterminación que carecían de relevancia práctica, los socios no parecen temer en esta ocasión consecuencias de tal calado.

El Gobierno tiene "un programa de coalición y un programa de trabajo que cumple. Nada hace sospechar que ese rumbo se vaya a alterar" a causa de las mociones de censura municipales, respondió ayer la portavoz, pese a que en esta ocasión la postura contraria de EA sí tendrá efectos de bloqueo a los objetivos del PNV y el PSE.

Su negativa va a impedir, de hecho, materializar el desalojo de ANV de al menos cinco de las 16 alcaldías de las que sería posible desplazar a ese partido por su situación minoritaria. En los otros 17 está a salvo porque goza de mayoría absoluta.

Los ayuntamientos en los que EA frustraría el triunfo de las mociones son Azpeitia, Hernani, Usurbil y Zestoa, en Guipúzcoa, y Gautegiz-Arteaga en Vizcaya. En este último municipio, uno de los que ANV arrebató al PNV el año pasado con el apoyo de EA, su voto es justamente el del desempate. Otro tanto ocurrió en Azpeitia y Soraluce, donde los votos de EA dieron las alcaldías a ANV en detrimento de su socio en el Gobierno. En el primer caso, el partido de Unai Ziarreta añadió sus votos a los de ANV y Aralar, hasta sumar nueve frente a los ocho que tuvo el PNV en solitario. Sus votos le volverían ahora a privar de esa alcaldía ante la moción de censura.

En Ezkoriatza, Urretxu y Legazpi, EA tendrá que votar expresamente en contra de sus socios si quiere mantener a los alcaldes de ANV, porque su abstención no sería suficiente para frenar las mociones.

EA se vio emplazada ayer por el PSE a reconsiderar su decisión contraria a las mociones. "Deseo que todos los partidos sepan estar a la altura de las circunstancias en defensa de los valores éticos y democráticos", señaló su portavoz, Rodolfo Ares, tras mostrar su preocupación al constatar que algunos partidos "flaquean" ante la situación. EA consideró que los socialistas "tejen una trampa" con las mociones de censura, tras las que esconderían el objetivo de "obtener ventajismo político para situarse mejor en las instituciones".

Con todo, para el PSE la prioridad es Mondragón -la intervención en el resto de los ayuntamientos la propuso el PNV- y lo decisivo allí es el apoyo de los tres ediles de Ezker Batua-Zutik. Hasta ahora mantienen su rechazo a echar a ANV de la alcaldía, aunque la presidencia de EB se ha comprometido a ello. La moción ética de condena al terrorismo, previa a la de censura, se debatirá en un pleno extraordinario que la alcaldesa, Inocencia Galparsoro, ha señalado para el día 24 a las 17.00.

Aralar, por su parte, consideró que el PSE se equivoca en Mondragón. "Puede dar la impresión de que busca venganza" por el asesinato de Isaías Carrasco, dijo su coordinador, Patxi Zabaleta.