La idea de la AP-7 fue de Aguas de Barcelona
El Departamento de Medio Ambiente del Gobierno catalán ha sido pillado por dos veces con el paso cambiado. La idea de ahorrar agua del riego en la zona del delta del Ebro ha sido del Ministerio de Medio Ambiente. La de trasladarla desde Tarragona hasta Barcelona en paralelo a la AP-7 fue de la empresa Aguas de Barcelona, que supo encontrar una empresa capaz de localizar e instalar la tubería en cuatro meses, cuando los técnicos de Medio Ambiente afirmaban necesitar hasta 21 meses.
El encargo de pilotar la instalación de la tubería en la zona de servidumbre de la autopista será, probablemente para Agbar, según fuentes del Gobierno catalán, que reconocen así la deuda contraída con esta firma distribuidora de agua. Agbar se encargó de localizar una constructora que pudiera hacer la obra y, también, de averiguar si se podía disponer de 60 kilómetros de tubería. Para ello se procedió a trabajar con varias hipótesis sobre el diámetro de la conducción. Medio Ambiente decía necesitar cinco meses para 14 kilómetros en el Segre.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
