La CE mantiene la apuesta por los biocarburantes
Críticas por el daño medioambiental y el alza de precios
El disparo del precio de los alimentos está agudizando las dudas sobre el uso de biocarburantes para afrontar la lucha contra el cambio climático. La Comisión Europea descartó ayer revisar su objetivo de alcanzar el 10% de uso de biocarburantes en transporte en 2020 a pesar de las serias críticas de los científicos. Los portavoces de Agricultura y Medio Ambiente de la Comisión Europea señalaron ayer que los planes de la UE no suponen un "peligro para la producción de alimentos" y que los "objetivos hay que cumplirlos". La subida de precios de productos alimentarios y de la energía ha provocado revueltas en Haití, Egipto, Mauritania, México, Pakistán y una huelga general en Burkina Faso.
Científicos advierten de que no hay tierra suficiente para los objetivos de la UE
La Comisión ha salido al paso a la opinión manifestada por el Comité Científico Asesor de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) que ha recomendado "la suspensión del objetivo del 10% de biocarburantes". A juicio del Comité Científico Asesor, "la superficie de tierra necesaria para cumplir el objetivo del 10% excede de la superficie disponible, incluso si se tienen en cuenta el uso de biocarburantes de segunda generación".
Los científicos expresan su preocupación por las consecuencias de la "intensificación de la producción de biocarburantes sobre el suelo, agua y biodiversidad". En su opinión, el cumplimiento del 10%, requerirá "la importación de grandes cantidades de biocarburantes". Advierte de que la "producción sostenible fuera de Europa es difícil de conseguir y de controlar".
Joan Martínez Allier, miembro del Comité Científico de la AEMA, considera que "el 10% es una cifra absurda". Señala que hasta ahora sólo se ha logrado sustituir un 1% de carburantes por biocarburantes. Advierte de que "para lograr el objetivo del 5% [previsto aproximadamente para 2010] en la Unión Europea se requiere una superficie de 17 o 18 millones de hectáreas, que es la extensión de tierra de cultivo en España".
En su opinión, los biocarburantes desatan una batalla muy desigual porque enfrentan al usuario de un coche (que precisa entre media o una hectárea de cultivo para mantener el vehículo), con los demandantes de alimentos de países en desarrollo, a "los que se les quita la comida de la boca".
La producción generalizada de biocarburantes supone también una contradicción con otro objetivo de la UE de evitar la reducción de la biodiversidad. Por su parte, Jean Ziegler, ponente especial de la ONU, manifestó ayer a la radio Bayerischer Rundfunnk, que "la producción masiva de biocarburantes es hoy un crimen contra la humanidad". Ziegler criticó a la UE por financiar la exportación de excedentes agrícolas a África a la mitad o tercera parte del precio, lo que "arruina completamente a la agricultura africana". Las subvenciones de la UE para estas producciones ascienden a 90 millones de euros. En Estados Unidos, la producción de biocarburantes es subvencionada con 200 dólares por tonelada.
Michael Mann, portavoz de Agricultura de la Comisión, señaló que "sólo una pequeña parte de la tierra cultivada en la UE, se destinará a biocarburantes". El portavoz añadió que existen grandes extensiones de tierra actualmente en barbecho en Polonia, Rumania y Bulgaria que pueden dedicarse a estos cultivos de biocarburantes. Por su parte, Bárbara Helfferich, portavoz de Medio Ambiente, aseguró que la Comisión es consciente de que hay problemas, pero que "no había intención de suspender el objetivo del 10%".
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