"Haremos las cosas con discreción"

Manuel Chaves supo antes que la propia interesada que el Ministerio de Fomento seguiría dirigido por Magdalena Álvarez, aseguran tres personas de su entorno. Se lo dijo el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, una semana antes de que se conociera el jueves por la noche la composición definitiva del nuevo Ejecutivo central en el que figura otra andaluza, Bibiana Aido, en el recién creado Ministerio de Igualdad. Desde entonces, el PSOE andaluz ha respirado tranquilo, ya que la pérdida de este ministerio hubiera supuesto "un jarro de agua fría" en palabras de unos o "un bofetón" en la de otros.

Los socialistas andaluces se han salido con la suya y lo han hecho sin "sacar pecho triunfal", en palabras del secretario de Organización del PSOE, Luis Pizarro. Muy pocos fuera de Andalucía apostaban por la continuidad de la diputada por Málaga al frente del departamento con más capacidad inversora de todo el Estado, a raíz de las críticas surgidas por el caos ferroviario de Barcelona. Pero fueron precisamente estas críticas de los partidos catalanes -Álvarez fue reprobada en el Parlamento de Cataluña- las que actuaron como un purgante para que todo el PSOE andaluz empezara a defender públicamente la "magnífica gestión" de la ministra de Fomento, a la que organizaron un homenaje los diputados andaluces en el Congreso en sus horas más bajas.

Cuando desde el Partit del Socialistes de Catalunya (PSC) se empezó a reclamar más poder en Madrid tras los resultados electorales del 9 de marzo, el PSOE de Andalucía no se quedó callado y quiso que se supiera de manera pública que la apuesta de Manuel Chaves y de todo el PSOE andaluz era que el Ministerio de Fomento continuara en manos andaluzas. "Andalucía representa el 21% del grupo parlamentario socialista y Cataluña el 14%", recordó Luis Pizarro a EL PAÍS en plena Semana Santa con Zapatero de vacaciones en Doñana.

Estas declaraciones públicas las repicaron otros dirigentes porque consideraban como una cuestión de "justicia" salir en defensa de una ministra señalada, según Pizarro, por los partidos catalanes "como objetivo a batir dentro del Gobierno de Zapatero".

Algunos dirigentes andaluces defendieron en la última reunión del comité director del PSOE emplear una estrategia de presión similar a la del PSC, es decir, con más ruido, pero Manuel Chaves los cortó en seco: "Haremos las cosas con discreción, como siempre. La discreción no está reñida con la eficacia", aseguran dirigentes socialistas que dijo el presidente de la Junta. Para los andaluces era "imprescindible" seguir contando en Fomento con alguien "sensible" a las grandes obras de infraestructuras pendientes en la comunidad, entre las que destaca, la conexión de todas las capitales por AVE.

Al contrario de lo ocurrido en 2004, en esta ocasión no ha habido una estrategia coordinada entre Zapatero y Chaves antes de las elecciones. Hace cuatro años, ambos acordaron situar a Alfonso Perales, Magdalena Álvarez y Carmen Calvo en las listas al Congreso para integrar el equipo de Zapatero, bien en la oposición o en el Gobierno. En esta ocasión, según fuentes próximas a Chaves, no se conjuntó ningún diseño. De ser así, la ministra de Igualdad no habría ido en las listas autonómicas por Cádiz -ha sido la diputada más breve de la historia del Parlamento andaluz, 11 días- sino en la del Congreso. Zapatero comunicó sus intenciones a Chaves después de la constitución del Parlamento andaluz, el pasado 3 de abril.