¿Nueva reforma laboral?

En estos días en los que iniciamos una nueva legislatura se especula ya con el contenido de otra reforma laboral. La crisis a la que parece encaminarse la economía puede convertir su necesidad en ineludible. El empleo es uno de los elementos más sensibles en cualquier situación de inestabilidad económica. Así, se habla de un plan especial para la recolocación de los desempleados más afectados por la crisis en la vivienda, aunque parece que podría extenderse a todos los parados.

La crisis económica, sin duda, va a exigir la adopción de importantes medidas pero existen también otros problemas recurrentes que se resisten a las sucesivas reformas y que el Ejecutivo no quiere olvidar. El exceso de temporalidad es una de estas cuestiones. Para lograr su reducción se ha planteado la posibilidad de aumentar hasta en cuatro puntos las cotizaciones por desempleo de los contratos temporales y bajar en un punto las de los indefinidos.

En idéntico sentido, el Gobierno quiere también poner coto a los contratos de obra y servicio determinado, limitando su duración. Para ello se pretende impulsar los contratos indefinidos a tiempo parcial y crear un régimen especial para el trabajador fijo-discontinuo dotándolo de características propias. Otras medidas van dirigidas a penalizar a los empresarios que despidan trabajadores en vacaciones para ahorrarse cotizaciones. La idea es considerar abusivos y, por tanto, contratos indefinidos, las relaciones laborales que se interrumpan en fines de semana, o en vacaciones.

Una de las prioridades del futuro Gobierno es acabar con la discriminación. Para ello pretende adoptar nuevas medidas que incentiven la contratación de mujeres, especialmente de mayores de 45 años. En su discurso de investidura, Zapatero ha anunciado su intención de seguir impulsando el empleo femenino, especialmente para las mujeres que "han dejado pasar oportunidades" para cuidar de sus hijos.

En esta nueva reforma, el Ejecutivo quiere seguir el camino ya iniciado durante la anterior legislatura, proponiendo a los interlocutores sociales el inicio de una nueva negociación. Tanto la patronal como los sindicatos se muestran favorables a esta iniciativa.