Las cadenas se preparan para las vacas flacas

El papel de Hillary Clinton como miembro del Consejo de Administración del gigante de la distribución Wal-Mart se convirtió el pasado mes de enero en uno de los dardos que su rival en las primarias estadounidenses, Barack Obama, lanzó a la aspirante demócrata por haber estado al servicio de grandes compañías mientras él, dijo, defendía al trabajador. La que es la primera firma de comercio minorista de todo el mundo ha sido acusada desde algunos sectores de oponerse a la sindicalización de sus trabajadores.

La lucha por la máxima productividad de cada uno de sus establecimientos, con métodos más o menos discutidos, resulta, en cualquier caso, una seña de identidad del grupo. Y más en tiempos inciertos como los que corren. "Sólo las tiendas con una muy alta productividad sobrevivirán, da igual el formato, lo que importa es siempre la productividad", sentenció esta semana en Barcelona el directivo Jack Shewmaker, que ha sido vicepresidente de la firma y el máximo ejecutivo financiero.

Carrefour explica que el desmadre del precio de las materias primas y el petróleo penaliza los márgenes de la distribución

No obstante, aseguró: "La firma siempre se ha implicado en la comunidad, pero el problema es que creíamos que no hacía falta comunicarlo, y es tan importante hacerlo como que se sepa".

Shewmaker se confesó un "optimista empedernido" frente a la crisis económica que vive Estados Unidos y sacó pecho al recordar que la rentabilidad de Wal-Mart creció "mucho más rápido" tras la incertidumbre de primeros de los setenta y los ochenta. La receta, a su juicio, pasa por atreverse precisamente en esta época de desaceleración abrupta a invertir en mejoras.

Con mayor o menor optimismo, los distribuidores de todo el mundo se preparan para un año de vacas flacas. Ikea explicó en el marco del congreso mundial de minoristas (World Retail Congress) que prevé una ralentización general de las ventas en el sector. El patrón de la firma sueca que revolucionó el sector del mueble, Anders Dahlvig, tiene un pronóstico dado el parón inmobiliario: la desaceleración erosiona las ventas y su ritmo de crecimiento ha bajado varias revoluciones en Estados Unidos, Reino Unido y Alemania.

La capacidad de gasto en Europa y Estados Unidos está menguando dada la inflación. "En definitiva, veo grandes retos en Occidente y oportunidades en mercados emergentes", concluyó. Pero para la compañía, "cuando las cosas van mal, hay oportunidades para distanciarse de la competencia".

El desasosiego económico mundial asomó a lo largo de todo el congreso, tratado con el optimismo que lleva a los altos ejecutivos a referirse a los problemas siempre como retos. Como desafíos. Y para el presidente de Carrefour en España, José Luis Durán, "el sector del comercio nunca había afrontado tantos". Para Durán, el desorbitado precio de la energía y de las materias primas está recortando los márgenes de la distribución, un diagnóstico idéntico al de la patronal española de las grandes superficies, Anged, que esta misma semana aseguró que el sector redujo sus márgenes el año pasado más de un 3%, para defenderse, al mismo tiempo, de las acusaciones sobre concertación de precios que en los últimos tiempos se han lanzado contra el sector.

Durán puso como ejemplo que los precios de los alimentos frescos crecieron un 25% en Argentina y un 18% en China, pero aclaró que esta reducción de márgenes no pasará factura al grupo francés, que, pese a todo, podrá mejorar su rentabilidad y mejorar las ventas entre un 6% y un 8% a tipo de cambio constante y descontando el efecto de las adquisiciones.

Ikea insiste en los nuevos mercados ante la crisis. La compañía cuenta con unos 260 establecimientos en el mundo y abrirá 20 almacenes más entre este año y el próximo, la mayoría de ellos en mercado emergentes como Croacia, Eslovenia y Ucrania, además de China, Rusia y Polonia. Uno de los mercados que la firma sueca quiere abordar es India, aunque las leyes locales sólo permiten que el 51% del capital de las empresas resida en manos extranjeras.

Es el mismo obstáculo que hace que el grupo Inditex se tome la conquista del mercado indio con calma. El director internacional para Asia y Pacífico de la compañía propietaria de Zara y Massimo Dutti, Iván Barberá, avanzó que la compañía se propone India "a medio plazo", y añadió, sin más precisión, que 2008 será un año de "trabajo".