La fuerza del consumo
Brasil logra crecer un 5,4% y con los precios bajo control
Brasil sigue en buena forma a pesar de las incertidumbres internacionales. Los datos más recientes han confirmado un crecimiento del 5,4% durante 2007, el más alto en cuatro años y casi dos puntos por encima de los niveles registrados en el año anterior. Después de conocer estas cifras, las autoridades de la primera economía suramericana han pedido calma y mesura, pero no han dudado en augurar un futuro de crecimiento estable, alejado de presiones inflacionistas, con tasas de empleo controladas y con aumento del comercio exterior.
Y los diferentes sectores le dan la razón. La Confederación Nacional de la Industria (CNI), principal patronal de los empresarios locales, ha elevado sus pronósticos de crecimiento para este año hasta el 5%, mientras que el oficial Instituto de Pesquisas Económicas Aplicadas (IPEA) ha dicho que el alza del producto interior bruto (PIB) se situará en una horquilla de 4,2% y 5,2%. El Banco Central local es algo menos optimista y apuesta por un 4,8% al alza, mientras que la media de los pronósticos de los economistas locales llega hasta el 4,5%.
En 2007, los precios crecieron un 4,1%, por debajo de la meta oficial del 4,5%. Para este año se espera que se mantenga esa cifra
La patronal eleva sus pronósticos de crecimiento para este año hasta el 5%, mientras que oficialmente se habla del 4,2%-5,2%
Consumo interno
La clave de este crecimiento se basa en el fuerte consumo interno. La patronal señala que el gasto de las familias podría crecer este año hasta un 7,5%, un punto sobre el ya alto 6,5% del año pasado. Este gasto -que otros estudios sitúan más cerca del 6%- se explica por el aumento de los salarios y las condiciones económicas de la población, incluyendo las clases con menores ingresos. El consumo impulsaría la producción industrial hasta el 5% y también las importaciones. Los datos oficiales indican que las compras al exterior crecieron un 28,6% en 2007. ¿Y la crisis de las hipotecas subprime? De momento no afecta.
La agencia de calificación de riesgo Fitch ha señalado que el sistema bancario de Brasil está bien posicionado para absorber la potencial presión de una desaceleración económica porque "los fundamentos y los principales agentes del sector continúan fuertes y están bien posicionados para soportar una posible presión sobre su cartera de préstamos". El caso es que a mayor aumento del consumo, los bancos salen beneficiados con el crecimiento de los créditos.
Futuros riesgos
Del mismo modo, los análisis oficiales indican que, en un escenario de "probable" recesión en Estados Unidos, Brasil podría ser afectado por la caída de la actividad económica mundial en apartados como las exportaciones de productos básicos y materias primas. En el área financiera los problemas podrían venir de la aversión al riesgo de los inversores a las economías emergentes. En cualquier caso, todas las previsiones indican que las exportaciones podrían crecer un 24% y las inversiones extranjeras en torno al 10%.
Con todo, el gran triunfo de Brasil en este último curso es el control de la inflación, uno de sus grandes problemas endémicos. En 2007, los precios crecieron un 4,1%, por debajo de la meta oficial del 4,5%. Para este año, todos concuerdan en que se mantendrán estas cifras. La gran preocupación nuevamente es que el consumo dispare los precios, apoyados por unas tasas de interés a la baja, que ya se sitúan sobre el 8% anual. Los otros factores que podrían incidir son el aumento en los precios internacionales de los combustibles y la fuerte valorización de la moneda local, el real, frente al dólar estadounidense.
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