Ganaderos derraman 30.000 litros de leche de la empresa Leche Río

Tres grupos de entre 15 y 20 ganaderos derramaron, en la mañana de ayer, unos 30.000 litros de leche que portaban camiones cisterna de la empresa lucense Leche Río. Los vehículos estaban aparcados en las localiodades de Frades (A Coruña), Guntín (Lugo) y Silleda (Pontevedra). El administrador de la compañía, Jesús Lence, ya anunció que en los próximos días no recogerá más leche en estas rutas e incluso se congratuló de la posibilidad de paralizar esta actividad durante tres o cuatro días: "Tengo los almacenes a tope", justificó.

Se trata de un episodio más de los enfrentamientos que sostienen industrias transformadoras y ganaderos por el descenso del precio de la leche en origen, lo que lleva a estos últimos a actuar con medidas contundentes fruto de la "desesperación", según precisó el secretario general de Unións Agrarias, Roberto García.

Los ganaderos, que realizaron el sabotaje camuflados con bufandas y pasamontañas, también rotularon las cisternas con la palabra ladrones y dejaron una advertencia, "volveremos", ante la decisión de la empresa de rebajar el precio del litro de leche en origen entre 10 y 11 céntimos de euro.

García, que lamentó el incidente, aunque dijo entender la "desesperación" de los ganaderos, acusó a Leche Río de haber adoptado una decisión "unilateral" en una fase de negociaciones en la que existía el compromiso con las industrias de no realizar más rebajas del precio de la leche en origen. "Sin embargo", agregó, "este descenso de Leche Río duplica el que ya practicaron otras empresas y supone, sin que exista una causa que lo justifique, que los ganaderos se queden casi sin margen de ganancia".

Mientras tanto, el empresario dijo que pagará la leche derramada, pero se mostró contundente a la hora de anunciar que no recogerá más producción en las tres rutas afectadas o cualquier otra si no existen garantías de que la leche cargada llegará hasta la fábrica.

García reprobó este anuncio de Lence e instó al empresario a que denuncie los hechos por la vía que estime oportuno y si tiene pruebas, que las concrete, pero lo conminó a que no tome medidas contra ganaderos que "nada tuvieron que ver" con los incidentes. En el caso de que la amenaza empresarial se lleve a cabo, el sindicalista ya anunció que actuarán "con contundencia".

Desde Xóvenes Agricultores, su secretario general técnico, Juan Pérez, aseguró que el sindicato que representa "no apoya, ni justifica, ni avala" este tipo de acciones, pero coincidió con Unións Agrarias en que no son más que el reflejo "de lo que está pasando en el sector". Esta situación ya provocó sabotajes anteriores contra intereses de empresas lácteas como Puleva o Leche Celta, cuando también anunciaron, el pasado mes de marzo, una rebaja de seis céntimos de euro en el precio de la leche en origen.

La Federación de Empresarios Productores Lácteos (Feplac) afirmó, por su parte, que el problema en la bajada de precios está en la leche que llega desde Francia de forma ilegal, lo que califica de "prácticas de competencia desleal", al tratarse de leche que los agricultores galos producen por encima de los límites de cuota y luego venden más barata sin declarar, provocando una devaluación del producto.

Según datos aportados por los sindicatos agrarios, el precio medio de la leche en Galicia rondaba los 48 céntimos de euro en enero, luego bajó hasta 44 en febrero y advierten que por debajo de 41 céntimos no cubre los costes de producción.