En defensa de Bermejo
A raíz del asesinato de la niña Mari Luz Cortés, EL PAÍS publica en su edición del 4 de abril un informe de la Inspección del CGPJ que achaca el atasco en los Juzgados de lo Penal a la última reforma del Gobierno de Aznar que creó los juicios rápidos. Esa modificación legal aceleró de manera considerable los procesos penales de poca importancia, pero congestionó considerablemente los juzgados penales.
El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, tan criticado y vapuleado desde todas partes, merece hoy un reconocimiento. En el mes de marzo de 2003 advirtió al Gobierno de la época que: "La ley que regula los juicios rápidos y que entrará en funcionamiento el 28 de abril, será un fracaso porque el Ministerio de Justicia no la ha dotado de los medios necesarios para su aplicación" (EL PAÍS, 28-03-2003), lo que le costó la destitución y un agrio enfrentamiento con el ministro de la época (José M. Michavila) que terminó en querella ante el Supremo. Ahora desde el ministerio es su obligación dotar a los juzgados de los medios cuya falta denunció en su día.
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