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Directivos de Augas de Galicia defienden ante el juez su actuación en A Fervenza

Los dos directivos de Augas de Galicia citados ayer ante el juez de Corcubión que instruye diligencias previas para determinar si se cometió delito en el desastre ecológico del embalse de A Fervenza insistieron en que su intervención se produjo con la máxima celeridad para evitar males mayores. Miles de peces murieron en noviembre pasado al quedarse prácticamente vacía esta presa de A Costa da Morte, en el río Xallas, que explota la empresa Ferroatlántica.

El organismo dependiente de la Consellería de Medio Ambiente, que mantiene abierta una investigación sobre lo sucedido, ahora paralizada por las diligencias judiciales, sostiene que actuó con responsabilidad nada más tener conocimiento del problema al obligar a la empresa a cerrar la presa para que recuperase lentamente caudal. El director general de Augas de Galicia, José Luis Romero, y el subdirector, Francisco Alonso, declararon ayer como imputados ante el juez, que ahora deberá determinar, tras oír hace un mes la versión de dos directivos de Ferroatlántica, también imputados, si prosigue las diligencias

La empresa concesionaria mantiene que avisó a la Administración de la situación crítica que atravesaba la presa, con un nivel de ocupación bajo mínimos, mediante un fax enviado la víspera de aparecer miles de peces muertos por falta de oxigeno. Pero Medio Ambiente objeta que esa comunicación, remitida al Servicio de Protección da Natureza de la Consellería, y no a Augas de Galicia, fue insuficiente. Los informes diarios que emite el organismo de la Xunta sobre la ocupación de los embalses, con datos que las empresas concesionarias están obligadas a comunicar, ya revelaban, semanas antes del desastre, el descenso alarmante del caudal de A Fervenza.

La consellería defiende que la empresa tenía que haber dado la alarma antes y abrió de hecho un expediente por lo ocurrido al considerar sospechoso que, aguas abajo del embalse de A Fervenza, también en Xallas, estuviese llena, con un 90% de ocupación, la otra presa que explota Ferroatlántica para producir energía eléctrica. Para Medio Ambiente, la empresa soltó de forma indebida agua del embalse para paliar la sequía y seguir con su ritmo de producción eléctrica en su otra presa.

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