La viuda de Ordóñez acusa de "cobarde" e "hipócrita" a Ibarretxe
La viuda del parlamentario del PP Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, Ana Iribar, mostró ayer su "más sincero desprecio" por "la cobardía" con que se comporta el lehendakari Juan José Ibarretxe, ante las víctimas de ETA. Su intervención se produjo durante un homenaje a su marido en el Parlamento vasco, ante una audiencia formada entre otros por el presidente del PNV, Íñigo Urkullu, y el líder peneuvista de Guipúzcoa, Joseba Egibar.
Apenas cuatro días después de que este último se opusiera a apoyar una moción de censura contra la alcaldesa de Mondragón (ANV) por no condenar el asesinato del ex concejal socialista Isaías Carrasco, la viuda de Ordóñez acusó a Ibarretxe y al PNV de "cobardía e hipocresía política". Dijo que ni Ibarretxe ni el PNV acaban de despegarse de quienes "encubren, alientan y participan de los objetivos políticos de ETA y, por consiguiente, del tiro en la nuca", y los acusó de "falta de sensibilidad y de compromiso auténtico con las víctimas".
El Parlamento vasco colocó una placa en recuerdo del marido de Ana Iribar con el lema Gregorio Ordóñez luchador por la libertad, junto a otra del socialista Fernando Buesa, asesinado en 2000. "Esta placa sólo tendría sentido si el PNV hubiera accedido a desalojar del Ayuntamiento de Mondragón a ANV", criticó Iribar ante un público en el que también estaban el consejero de Justicia, Empleo y Seguridad Social, Joseba Azkarraga (EA), y los dirigentes del PP Jaime Mayor Oreja y Carlos Iturgaiz, además de los socialistas José Antonio Pastor y Miguel Buen.
Ana Iribar tuvo que interrumpir su intervención al poco de iniciarla. Tras recuperar el aliento gracias a los aplausos de los asistentes agradeció que la invitaran al acto, a pesar de los 13 años que han pasado desde el asesinato del político. Gregorio Ordóñez fue asesinado por ETA el 23 de enero de 1995 mientras comía en un restaurante con sus compañeros de partido, entre ellos la actual presidenta del PP vasco, María San Gil.
Iríbar se dirigió a la presidenta del Parlamento, Izaskun Bilbao, en estos términos: "Le pido que le traslade al lehendakari mi más sincero desprecio por su deslealtad, por su hipocresía y por la cobardía con la que actúa en contra de la memoria misma de Gregorio Ordóñez".
Bilbao, que habló antes de Iribar, dijo que reconocía el origen de su indignación y de su amargura. "Me duelen sus recuerdos y quiero que sigan aquí defendiendo sus ideas, conviviendo en paz con todos los que creemos que la vida de las personas está por encima de todo", le dijo.
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