Absueltas de narcotráfico dos modelos argentinas tras pasar 17 meses en prisión
La Audiencia de Barcelona culpa a su representante y le condena a 11 años
Las modelos argentinas María Belén Téllez y Jessica Adriana Almada, tenían 20 y 19 años cuando aterrizaron en el aeropuerto barcelonés de El Prat el 31 de octubre de 2006. Les acompañaba su representante, Alejandro Jorge Panno, y tenían previsto realizar un reportaje publicitario, pero acabaron todos en la cárcel. Un perro adiestrado de la Guardia Civil marcó una de las seis maletas que viajaban con el grupo antes de ser colocada en la cinta transportadora y al final se descubrió que contenía más de 16 kilos de cocaína.
Pasados 17 meses desde la detención, la Sección Séptima de la Audiencia de Barcelona sentenció ayer que las modelos son inocentes porque no se ha podido probar que conocieran el contenido de las maletas que transportaba el hombre. A éste le condenan a 11 años de cárcel y multa de dos millones de euros por tráfico de drogas, con la agravante de notoria importancia y el pago de una tercera parte de las costas.
Las maletas con los 16 kilos de cocaína no tenían enseres de las mujeres
Los jueces explican que sólo se encontró cocaína en las maletas que llevaba el hombre con su tarjeta identificativa, mientras que cada una de las maletas que transportaban las mujeres únicamente contenían su ropa y enseres personales.
La cocaína estaba en unas plantas guardadas en el doble fondo de esas cuatro maletas, que eran "un canje publicitario" para realizar las fotografías. Debían devolverse al cabo de un mes y en su interior se introdujo diverso material fotográfico y prendas para las modelos. La droga arrojó un peso bruto de 16,2 kilos y un peso neto de 15,8 kilos. Su porcentaje de riqueza era del 38% y en el mercado clandestino hubiera alcanzado un valor de algo más de un millón de euros.
La sentencia relata que todas las maletas fueron facturadas a nombre de María Belén Téllez, pero precisa que la mujer fue la primera del grupo en facturar el equipaje y que es práctica habitual de las líneas aéreas poner todas las maletas a nombre de una persona en casos así. El tribunal recuerda, además, que la noche anterior al partir de Buenos Aires, el hombre les ofreció a las modelos que guardasen su ropa en esas cuatro maletas, pero ellas lo rechazaron porque ya tenían hecho su equipaje. El vuelo que aterrizó en El Prat procedía de Buenos Aires y anteriormente hizo escala en Las Palmas de Gran Canaria, pero la sentencia asegura que el equipaje no fue manipulado desde su embarque.
El caso se juzgó el pasado miércoles en la Audiencia de Barcelona y al acabar la vista las dos modelos quedaron en libertad y el hombre regresó a prisión. Esa decisión judicial ya hacía prever que las modelos serían absueltas y el hombre, condenado. Éste reconoció en la vista que era él quien llevaba las maletas, pero se contradijo en numerosas ocasiones y no supo explicar el origen de la droga.
Alejandro Jorge Panno reconoció ante el tribunal que las modelos no habían firmado ningún contrato publicitario, ni tenían asegurada ninguna actuación en España, aunque sólo habló de futuros proyectos. Pero ninguno se pudo probar en el juicio. Las dos mujeres explicaron que el representante les había prometido ese contrato y que los futuros contactos en España acudirían a recogerlos al aeropuerto, pero la defensa no los llevó a juicio como testigos y se limitó a dar sus nombres.
Por todo ello, los jueces concluyen que el hombre es culpable, al no haber dado "una explicación convincente, sino, por el contrario, ilógica, incoherente y contradictoria en sí misma". La sentencia relata las "lagunas e inseguridades" que mostró en el juicio y concluye que sabía que traficaba con droga.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.